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Lanzarote baila el ‘cambio de pareja’ > Manuel Iglesias

Lanzarote ha sido siempre una Isla políticamente complicada, en la que se ha producido todo tipo de acontecimientos, de alianzas y de cambios de las mismas, y con personajes singulares como Dimas Martín, sin que esta tónica habitual de confrontaciones se rompa y en esta legislatura también llega el “cambio de pareja” en esos bailes.

Esta misma semana se ha producido la ruptura del pacto que Coalición Canaria tenía con el Partido Popular en el Cabildo Insular, para constituirse otro de los nacionalistas con el PSOE. Se alega por una parte razones de coherencia, por la postura que el PP nacional sostiene en torno a las posibles explotaciones petroleras, entre otras causas de desacuerdo con la política estatal, mientras que los conservadores lo achacan sólo a una presión del Gobierno regional, de CC y PSOE.

Y un día después se rompió otro pacto con el PP, el que se mantenía con CC en el municipio de Teguise, para también conformar ahora una mayoría con los socialistas. Con un hecho colateral, pero significativo, de que el día antes del rompimiento, uno de los consejeros del PP abandonó el grupo para pasarse a los “no adscritos”, lo cual debilitaba la mayoría.

El PP acusa a los nacionalistas de fomentar la inestabilidad de las instituciones, pero esa es una tacha que difícilmente la dirección regional de los conservadores, empezando por su secretario, Manuel Fernández, puede achacar a nadie. Ellos han propiciado todo tipo de inestabilidad en las más diversas instituciones en prácticamente todas las Islas, estimulando a sus concejales y consejeros a pactar con cualquiera, de cualquier signo, con cualquier programa, tal de alcanzar el poder. Lo mismo ha sido con los nacionalistas en Lanzarote, como con los socialistas en El Hierro o La Palma, así que ahora no pueden reclamar una coherencia que el PP no ha mantenido cuando proclamaba el propósito de “incendiar Canarias” por medio de las instituciones en las que tuviera oportunidad. Lo que pasa ahora no es bueno, pero tampoco era mejor el comportamiento anterior del PP, así que el argumento convence sólo a quienes están ya convencidos de antes.

Prueba de estas singularidades del PP es que en Arrecife, los ‘populares’, aliados con CC en el Cabildo y Teguise, mantiene un acuerdo distinto en la capital conejera y allí hay un gobierno PP-PSOE . Así que si todo ha valido antes, poco pueden criticar a otros ahora cuando la situación se ha tornado.

Y ese es otro interrogante, el saber qué pasará en Arrecife, donde es alcalde Cándido Reguera, del PP, con el apoyo del PSOE. Tal vez ahí pueda darse algún movimiento, aunque la situación es más complicada porque no se trata de cesar a concejales en cargos de responsabilidad y nombrar a otros, sino que se requiere montar una moción de censura.