Todos las utilizamos en alguna ocasión. Son palabras y expresiones que se han ido colando dentro de nuestra manera de hablar y que repetimos una y otra vez sin que nos demos cuenta de ello. De algún modo se parecen al virus de la gripe, que no sabes dónde lo cogiste pero te cuesta un tiempo quitártelo de encima. Pero no te preocupes, no es grave. Sobre todo si no trabajas como profesor, político o locutor de radio o de televisión. Recordemos algunas de ellas.

Especialmente a nuestros políticos les entusiasma comenzar las frases con ese habitual “mire usted”. Lo utilizan tanto en esos bulliciosos debates que mantienen en el parlamento como ante los periodistas, ya que les permite dirigirse a su interlocutor como si le estuvieran dando una lección. Como para darnos lecciones están ellos tras sepultar nuestro dinero entre aeropuertos, trenes y auditorios.

Está muy de actualidad comenzar las frases con la muletilla “bueno” y acabarlas con un “¿vale?”. Son muy utilizadas especialmente por la gente joven. La cosa queda más o menos así: “bueno chicos, esta es una imagen de los pulmones de un fumador, ¿vale?”.

Este “bueno” se une al “yo creo que” y al “¿no?” en lo que yo llamo las “muletillas del futbolista”. Es rara la opinión de un extremo derecho en la radio que no se desarrolle de una manera similar a esta: “bueno, yo creo que estamos trabajando fuerte, ¿no? Y bueno, el míster es quien decide”.

Por otro lado, las muletillas más características entre el pijerío son el ya famoso “o sea” y el “¿sabes?”, y un abuso indiscriminado de la palabra “súper” como adverbio. Pongamos un ejemplo: “Fuimos a cenar donde te dije, ¿sabes? Y, o sea, súper bien”.

Pero he querido dejar mi favorita para el final. Es una de las más actuales y generalizadas, y a veces me pregunto cómo puede pasar tan desapercibida. La idea está en repetir la expresión “lo que es” para referirse a cualquier cosa. Sé que parece raro pero se escuchan cada día cosas como esta: “Bueno, lo que es la crisis se está notando sobre todo en lo que es la venta de primera mano. Sobre todo lo que son vehículos de alta gama no se están vendiendo nada porque no está fluyendo lo que es el crédito, ¿no?”

Pues nada, hasta aquí lo que es mi columna de hoy.