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Pardo de Santayana: “Nos sentimos arropados por la sociedad civil”

El coronel Pardo de Santayana dirige a un equipo de 130 militares en el Centro de Formación. / CÉSAR BORJA (ACFI)

EUGENIA PAIZ | Santa Cruz de La Palma

El coronel José María Pardo de Santayana y Gómez de Olea, máximo responsable del Centro de Formación de Tropas de La Palma desde hace casi dos años, posee una magnífica formación y una amplia experiencia militar y humana ganada en varios destinos, entre otros Rusia en el año 1988, momentos en los que la sociedad de la antigua Unión Soviética experimentaba los cambios de la Perestroika.

Casado y padre de cuatro hijos, reconoce que “no he conocido gente más amable, con más calidad humana y más cercana que la de La Palma”, algo que le “atará” emocionalmente a la Isla cuando asuma su próximo destino, desconocido hasta diciembre de este año y que asumirá con “total dedicación” gracias a su naturaleza “nómada”.

Dedicado plenamente a la gestión y dirección del conocido entre los palmeros como Acuartelamiento El Fuerte, en el municipio de Breña Baja, dirige la preparación de unos 60 alumnos que se convirtieron en soldados hace apenas dos semanas, en el marco del acto solemne de Jura de Bandera celebrado en Los Llanos de Aridane, donde “nos sentimos muy arropados por las instituciones de La Palma y por la sociedad civil de la Isla”. Dirige un equipo de 130 militares que trabajan a diario con estos “alumnos-soldados” en el desarrollo de destrezas de habilidades que “pasan por la formación general del combatiente, con una fase general y otra específica”. Explica el coronel que “se les forma para que tengan una condición física adecuada” porque “la vida militar es dura” y aunque el patriotismo no figura entre las asignaturas de los futuros soldados, “podemos suponer que tienen ese sentimiento patriótico, que está muy arraigado entre los militares”.

En su relato del trabajo diario subraya que “les preparamos para que se incorporen a sus unidades y estén en condiciones de ir a las misiones a las que se les destine en un futuro y todos los profesores les trasmitimos la idea de que tienen que ser conscientes de que esta profesión entraña un riesgo”. Es algo en lo que incide en su contacto inicial con los alumnos del Centro de Formación de Tropas porque “el que no sea consciente de esto, es mejor que pida la baja y que no continúe”. Las condiciones para ser un buen soldado pasan por “amar la profesión”, además de tener plena conciencia de que “la carrera militar es una carrera de servicio; cuando la sociedad española y su Gobierno deciden que ese servicio se hace fuera de nuestras fronteras, al servicio de la paz mundial, nos dedicamos a esa tarea. Los militares tenemos que tener una gran capacidad de sacrificio, tenemos que estar dispuestos a pasar por situaciones duras, a pasar frío, a pasar calor y a estar separados de nuestras familias. Eso es fundamental saberlo. Nuestra profesión cultiva una serie de virtudes que nos prepara para pasar por situaciones de riesgo y tiene la compensación del compañerismo y la convicción de que prestamos un gran servicio a la sociedad”.

Continuidad

La continuidad del Centro de Formación de Tropas de La Palma, cuya actividad se vio mermada a lo largo del pasado año, está garantizada en un futuro a medio y largo plazo pese al nuevo escenario de recortes y de revisión de sus estructuras, medidas destinadas a racionalizar los recursos tal y como anunció tras tomar posesión el nuevo ministro de Defensa, Pedro Morenés. También en el marco de la crisis se ha producido una tendencia a reunificar a los soldados para reducir costes, tendencia general de la que se beneficia el Centro de Formación de Tropas de La Palma, el único acuartelamiento de tierra de la Isla y, según Pardo de Santayana, “uno de los más bonitos de toda España”. El acuartelamiento ha recobrado así una actividad que influye también en la economía de la comarca este de la Isla.