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Pasteles y antibióticos: los ‘CoCos’ > Francisco Javier Torres del Castillo

Esperábamos la llegada de ese pastel, una tarta inmensa con numerosos pisos, donde algunos estaban sin terminar y donde también había excesiva nata, tanta que estaba a punto de acabar en los suelos y llevarse con ella a todo el país.
Se trataba de un postre que había que servir de forma inmediata, aunque fuera antes de los entremeses. Contenía lo que años antes parecía dulce, y que ahora, sin embargo, era una cuestión amarga que nadie se atrevía comer. Faltaba pues un pastelero que pusiera la guinda, deseada y esperada por todos, que se acompañaba con una extrema ansiedad. Un paso nada novedoso, pero sí profundo. Un giro con la intención de que sea aquel que permita una definitiva solución al problema del crédito en España, a la financiación de miles de pequeños y grandes proyectos; que permita a los empresarios, a las familias y también a las administraciones poner en marcha un retorno a la senda del crecimiento y, por qué no, a una deseada prosperidad.
El nuevo ministro de Economía ha decidido poner la guinda a ese pastel, con la gran reforma del sector financiero en España.
La reforma entiende que existe overbooking de entidades y exige la redimensión del sector. Obligará a sacar la basura de los balances y este exceso de nata, que no son sino activos sobrevalorados, principalmente inmobiliarios, lo que permitirá tener menos bancos, pero más sanos.
El ajuste es importante, pero igualmente imprescindible. La enfermedad estaba diagnosticada hace años, el paciente llevaba meses en lista de espera, finalmente la cama ha llegado y su ingreso se ha producido. La aplicación de los antibióticos debilitará al enfermo aún más, y después de algunos meses comenzará a dar síntomas de recuperación; sin embargo, pasarán algunos años hasta que la recuperación sea completa, pues el proceso de rehabilitación será duro.
La enfermedad es grave, que nadie se lleve a engaños; todos los fármacos tienen contraindicaciones y éstos generarán algunos problemas colaterales, pero lo importante es la salud del enfermo y, dada su extrema gravedad, que permanezca vivo es lo primordial. Siempre existirán segundas opiniones médicas, pero la inmediatez es sinónimo de esperanza.
Es cierto que el antibiótico está aún en fase de estudio y, aunque se ha aplicado en otras ocasiones, no existe muestra lo suficiente amplia para poder valorar convenientemente su idoneidad, pero su nombre CoCos nos hace temer una lucha importante con los virus del escaso crédito. Se trata de un híbrido de los populares laboratorios FROB, que, aunque no sepamos bien quienes son, ni quienes lo forman, entiendo que tenemos la acertada impresión de que somos todos nosotros quienes soportamos la financiación de ese laboratorio. Eso que se llama socialización de pérdidas de unos pocos.
Este híbrido financiero, como lo llaman los doctores económicos, son bonos convertibles contingentes, de ahí lo de CoCos. Extraño nombre para una guinda, extraño nombre para una solución. Siempre pensé que el CoCo era malo, tal vez, lo malo en esta ocasión será para nuestro bolsillo, pues al llegar el CoCo no solo estará vacío, sino que además tendrá un importante agujero.
Son buenas noticias, eso creo, al menos dentro de esta especie de nube negra, pues percibo o quiero percibir algo de luz dentro de ese escenario catastrófico en que nos encontramos; dentro de ese sonoro y abrumador pesimismo quiero alzar un pequeño hilo de viva voz, un susurro positivo entre tanto futuro incierto.
Caminamos, no sé en qué dirección, pero caminamos.

Francisco Javier Torres del Castillo es Director Territorial en Canarias de Renta 4 Banco