Coalición Canaria está realizando desde hace unas semanas dos sondeos diferentes: el primero, de carácter cuantitativo, es el tradicional que suele encargar este partido, pero en esta ocasión su necesidad se hizo más urgente por la percepción de derrota continuada que provocaron los resultados de las elecciones generales. En ese sondeo, encargado a una empresa demoscópica de fuera de Canarias, con la que Coalición trabaja desde hace años, se trata de preguntar a los ciudadanos de las Islas qué es lo que ha ocurrido para que la que fuera la primera fuerza política de Canarias haya retrocedido sin interrupción en los últimos cuatro procesos electorales.
Pero los resultados de las Elecciones Generales dispararon la voz de alarma y algo se quebró en el ordeno y mando: por eso, el sondeo a los ciudadanos se complementa por primera vez con otro de carácter interno, cualitativo, en el que se ha interrogado a más de cuatrocientas personas vinculadas de distintas formas al partido (dirigentes, cargos públicos, cargos orgánicos, afiliados, simpatizantes) sobre cómo ven la situación y qué creen que debe hacerse. El sondeo, realizado a través de una conexión en línea a internet, garantiza el anonimato de quienes participen en él, y hasta el momento han contestado al cuestionario más de doscientas de las cuatrocientas personas consultadas. Se trata de un completísimo catálogo de asuntos que van desde cuestiones ideológicas sobre el grado de nacionalismo que debe adoptar Coalición hasta cuestiones prácticas sobre participación interna y selección de liderazgos, pasando por la atribución de responsabilidades (no personales, sino de causas) en la debacle electoral o sobre los mecanismos para relanzar el proyecto político. Todo el proceso debería servir para que el próximo congreso resuelva alguno de los problemas que tradicionalmente han afectado al partido, como ese déficit de democracia interna que caracteriza un modelo en el que selección de liderazgos se produce por cooptación entre notables y no por elección de los afiliados, o el diseño de las políticas en función de resoluciones que no son elaboradas por las bases sino presentadas por la dirección.
No sé si el sistema les resultará o no. Lo que sí es cierto es que este congreso no apunta ser un paseo militar para nadie. Si Coalición se abre a la participación interna de sus afiliados -y de eso se trata- su política y su dirección no va a decidirlas ya un ukasse presidencial.