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Pablo Sicilia da el triunfo al Tenerife ante el Albacete (2-1)

Los jugadores tinerfeños celebran el gol del triunfo logrado por Pablo Sicilia. | FRAN PALLERO

MARTÍN TRAVIESO | Santa Cruz de Tenerife

Como dice García Tébar, hay partidos que deberían valer más de tres puntos. El de ayer fue uno de esos. El CD Tenerife ganó ante el Albacete un partido que se le puso muy cuesta arriba al poco de comenzar, cuando Marcos Rodríguez marcó en su propia portería. Tocaba remontar y apelar a la heroica. Costó mucho, pero al final dos soberbios goles, uno de falta directa transformado por Luismi Loro y otro de cabeza de Pablo Sicilia, certificaron un triunfo que resultaba vital. Así el cuadro manchego, un rival director en la pelea por el ascenso, recibe una buena estocada, mientras que los blanquiazules se sitúan a las puertas de los play off.

Peor no pudo empezar el enfrentamiento para los locales. Apenas se habían jugado dos minutos de partido cuando se produce la jugada absurda y desafortunada del partido. Un saque de banda ejecutado por Rocha acaba siendo cabeceado por Marcos hacia atrás. Aragoneses, a escasa distancia de su compañero, no pudo reaccionar y el balón se coló en la meta tinerfeña. Gol en propia puerta del gallego y jarro de agua fría para las gradas, que ya de por sí estaban heladas por el intenso frío que ayer hacía en el estadio.

Con la ventaja en el marcador, al Albacete le resultaba más cómodo el partido. Los de Antonio Gómez se limitaron a ver jugar al Tenerife, que fue el absoluto dominador de la posesión del esférico durante toda la mañana. Con ese panorama resultaba normal que las aproximaciones blanquiazules fueran llegando a la meta defendida por Miguel. El primero en probar fortuna fue Kike López, con un remate al lateral de la red a los cinco minutos. Luego probó suerte Kiko Ratón, tras un buen centro de Luismi Loro.

Fueron pasando los minutos y el Tenerife se fue quedando sin aliento, fruto probablemente de que en el medio del campo no había claridad de ideas. No obstante, los jugadores de ataque tinerfeñistas hicieron un enorme trabajo de desgaste que dio sus frutos en la segunda parte.

Al borde del descanso, Castillo pudo aumentar la ventaja para los manchegos, con un remate de cabeza que por poco se fue fuera de la meta de Aragoneses. Así acabó la primera mitad.

El segundo acto arrancó como el tiempo, frío. García Tébar tuvo que tirar de cambios para ir a la desesperada a por un marcador favorable. Chechu y Perona entraron al terreno de juego, saliendo de escena Marcos y Ferrán, los dos muy desaparecidos. Fue entonces cuando Kike se perfiló por el carril zurdo y arriba se acumularon muchos jugones (Loro, Chechu, Kike y Perona). No esperó demasiado tiempo más el entrenador manchego para realizar el tercer y definitivo cambio. Kiko salió y entró en juego Aridane.

Con todo el arsenal ofensivo sobre el campo, el Tenerife mejoró. Pronto consiguió el merecido premio del empate. Hacía mucho tiempo que en el Heliodoro no se veía un tanto de tan bella factura como el que logró ayer Luismi Loro. El mediapunta convirtió una falta ejecutada desde fuera del área en el gol de la jornada. Agarró la pelota con decisión y con precisión la alojó en el fondo de la portería de Miguel, que se quedó clavado como una estatua viendo cómo la pelota tocaba el larguero antes de entrar muy cerca de su escuadra.

Corría el minuto 67 y quedaba tiempo y ganas para incluso darle la vuelta al marcador. No obstante, hubo que esperar hasta el 89. Fue entonces cuando Sicilia recogió el fruto a tantos meses de sufrimiento. Otra vez apareció el de Fuenlabrada, que metió un pase medido a la cabeza del grancanario, que libre de marca, cabeceó a la perfección para hacer el merecido y justo 1-2.

Se merecía Sicilia el gol, por tantos meses de sufrimiento; la afición, una alegría como la de ayer, y el equipo un triunfo tan importante para el futuro.