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Un siglo entre las plataneras y el mar

Agustín Palenzuela, junto a su familia, en su casa de La Caleta de Interián. | MOISÉS PÉREZ

GABRIELA GULESSERIAN | Los Silos

Su secreto nadie lo sabe, pero los más allegados apuestan por el vasito de vino y el puro que se fumaba hasta hace unos meses en el bar de Graciano, el punto de encuentro con sus amigos. Allí acudía todas las mañanas hasta que una caída que le afectó a la cadera le impide moverse con la naturalidad que lo hacía antes. Agustín Palenzuela González, el vecino más longevo de La Caleta de Interián, cumple hoy cien años.

Nació en el mismo lugar en el que vive actualmente con sus hijas, Concepción y Candelaria aunque en 1912 el barrio pertenecía a Garachico y ahora, luego del reparto de tierras entre este Ayuntamiento y el de Los Silos, separados por el barranco de Correa, forma parte del último municipio.

Agustín, que es muy querido y respetado por los vecinos por su carácter afable, tuvo 14 hermanos, de los cuales sólo queda él. Desde los 12 años trabajó en la finca del Marqués de Villafuerte, junto a su padre, José, y a dos de ellos, Víctor y Pepe. Allí realizó hasta los 67 años tareas de albañilería, aunque también marcaba las piñas de plátanos.

Con 17 años su patrón lo llevó a la Península junto a otro compañero para que conocieran los métodos de sulfatar que allí se utilizaban y se especializaran en venenos y otros productos químicos para trabajar en agricultura. Todo un adelanto para aquella época en la que la jornada laboral era de sol a sol y, al llegar a casa, sólo había tiempo para cenar algo y acostarse temprano, una costumbre que mantienen gran parte de los habitantes de este núcleo costero, donde la siesta es otro de los hábitos que se niegan a perder.

Pese a que siempre vivió al lado del mar, a este vecino de Los Silos nunca le gustó salir a pescar. En cambio, disfrutaba de los paseos por la orilla en los que aprovechaba a coger almejas y, fundamentalmente, erizos. También le gustaba cuidar una salina que tenía la familia de su mujer, Andrea, ya fallecida.

Agustín Palenzuela González, vecino de La Caleta de Interián. | MOISÉS PÉREZ

Su mayor afición ha sido el fútbol y aunque nunca llegó a practicarlo, la casualidad hizo que naciera el mismo año que se creó el club Interián, del que fue uno de sus cofundadores y con el que colaboró siempre. En los inicios de la entidad, Agustín se hacía cargo de la taquilla.

Cien años después, ha cruzado la meta de la longevidad. Pero su edad no es un impedimento para disfrutar de cada instante y de seguir, según su familia, “tan presumido como siempre”.