JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
A pesar de que es una situación que se está convirtiendo en cotidiana, el problema no deja de ser grave, al menos eso afirman los profesionales del sector. Éstos denunciaron ayer de nuevo la grave situación en la que se encuentran los servicios de Urgencias de los dos hospitales de referencia de la Isla, que están viviendo “una de las peores crisis” de su historia reciente.
Muy significativa es la situación de las Urgencias del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria (HUNSC), donde ayer llegaron a agotarse las camillas y sillas de ruedas debido a la saturación de pacientes. Ello, según aseguraron varios trabajadores del centro, provocó que media docena de ambulancias tuvieran que poner sus camillas a disposición del centro, lo que por ende impidió que siguieran prestando servicio.
Durante horas llegó a haber más de 70 personas pendientes de valorar y cerca de medio centenar esperando para ser ingresados, debido a la falta de camas. Esta misma circunstancia también obligó a la Gerencia a habilitar espacios en la zona de trauma, ya que decenas de pacientes copaban los sillones disponibles de la sala de espera. Tal y como explicó al DIARIO Ramona Mendoza, delegada del Sindicato de Enfermería (Satse) en La Candelaria: “Estamos trabajando como en un hospital de campaña, con la tensión e impotencia que ello genera en el personal”. Según Mendoza, al habitual pico en las demandas de atención por la gripe estacional, se le añade la falta de personal provocada por los recortes, lo que impide que se pueda ofrecer un servicio de calidad.
“Hasta el momento, este tipo de situaciones eran cíclicas, pero ahora se están haciendo crónicas”, subraya Mendoza, quien destaca la “dedicación y esfuerzo del personal”, a pesar de las actuales circunstancias. En la misma línea se manifiesta Patricia Hernández, delegada de la Federación de Salud de Intersindical Canaria (IC), quien afirma que en sólo dos meses el personal del Hospital de La Candelaria “se ha reducido en más de 300 personas”.
“La política de restricciones está poniendo en peligro un servicio básico y universal como es la sanidad pública”, denota Hernández, cuyo sindicato volvió a pedir ayer la dimisión de todos los responsables del Servicio Canario de la Salud (SCS), empezando por la propia consejera Brígida Mendoza. “Llevan más de tres años recortando el presupuesto para Sanidad, más de 400 millones menos, algo que es insostenible y de consecuencias impredecibles, si no se remedia de manera urgente”, recalcó Hernández.
En el lado opuesto, desde la Consejería de Sanidad señalan que en la actualidad el servicio de Urgencias del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria “presenta la misma presión asistencial propia de la época estacional en la que nos encontramos, situación que se repite anualmente, puesto que es habitual que durante los meses correspondientes al periodo invernal se registre un mayor número de casos con patologías respiratorias”.