Un trabajador renunció, el pasado jueves, a 113 euros de media por irse de huelga. Desde el punto de vista de la economía familiar, el empleado que se sumó a la protesta no lo hizo de forma frívola, sino asumiendo un coste propio importante. El paro de 24 horas equivale a cinco días de paga a los pensionistas, el abono de la prestación de desempleo durante 13 días a los parados, o nueve días de recaudación del IVA.El consumo eléctrico, una de las maneras más fiables de medir el éxito de una huelga, bajó un 14% y el país entero perdió unos 1.200 millones de euros, según los empresarios.

Esta cifra equivale, más o menos, a un 0,11% del Producto Interior Bruto (PIB). En caso de que la huelga se hubiera secundado por la totalidad de los trabajadores, el coste se hubiese elevado, nada más y nada menos, que hasta los 3.000 millones.

Pero hay otra visión de las cifras, 113 euros es lo que le ha costado al trabajador ir a la huelga y, al mismo tiempo, es el dinero que el empresario se ha ahorrado en una jornada laboral. Visto así, hasta podría parecer que al empresario lo que le interesaba es que sus trabajadores se fueran a la huelga para ahorrarse los sueldos de ese día. Pero eso es mucho pedir. La huelga a la japonesa no está de moda, y menos en España.

El Gobierno ha dicho antes y después de la protesta que no va a retroceder y que no cambiará ningún artículo de la reforma laboral. Los sindicatos han vuelto a amenazar con otro paro para el primero de mayo. España está en recesión, otra vez. Y la imagen que proyectamos en el exterior deja mucho que desear. Basta con ver los periódicos alemanes para tener una ligera idea de que somos una carga para ellos.

La reforma laboral, en el fondo, ha sido una excusa muy buena para movilizar al electorado de izquierdas después del mal sabor de boca que les dejó Zapatero. Y no será el único motivo. Habrá más. Los recortes seguirán viniendo porque al PP le ha tocado bailar con la más fea. Con esta filosofía (con la de los recortes), los sindicatos en Tenerife consiguieron movilizar a más de 80.000 personas. En Andalucía y Asturias, la movilización fue mayor. No solo por aquellos que secundaron el jueves la huelga, sino por los que acudieron el pasado domingo a votar. O si no ¿cómo se explica el triunfo socialista en Andalucía? y ¿en Asturias?

Por si fuera poco, José Manuel Soria [el ministro canario] anuncia en plena campaña electoral, subidas importantes de las tarifas de la luz, llevando a cabo una política que va casi en contra de su propio Gobierno o ¿es que nadie le explica que no se anuncian subidas de impuestos antes de las elecciones?.

Lo dicho, yo apuesto por una huelga a la japonesa en mayo.