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Cuando la buena voluntad es insuficiente

Adolfo Baver, con sus perros, hace unos años. | DA

David Sanz | El Paso

En La Palma son unas cuantas las personas que hacen un sobresfuerzo por hacerse cargo de los perros y gatos abandonados, ante la falta de respuesta de la Administración pública, que no cuenta con ninguna instalación que sirva para su recogida y cuidado en toda la Isla.

Esa buena voluntad y altruismo puede desbordarse y acabar convirtiéndose en un problema, como es el caso del más de un centenar de perros que tiene en un terreno particular un vecino del barrio de La Rosa, en El Paso.

María Hernández, una conocida defensora de los animales de La Palma, daba ayer la voz de alarma sobre la situación de estos perros. “El dueño del terreno ha ido recogiendo animales, las hembras no están esterilizadas y paren, etc.”

Pero la situación se ha visto todavía más agravada porque el propietario ha enfermado y permanece ingresado en un centro sanitario de Tenerife. Con todo, el propietario del terreno, Adolfo Baver, por lo que ha podido saber este periódico, dejó encargado a un amigo de la alimentación de los perros.

Hernández asegura que “esta persona lo único que ha pretendido es ayudar, pero se le ha ido todo de las manos”. En esta línea, reconoció que “no es fácil encontrar una solución” e instó a los ayuntamientos del Valle de Aridane a que, por lo menos, “pudieran ayudar a cubrir parte de las necesidades mínimas de estos animales”.

“La protección de los animales, su bienestar depende de las competencias de los ayuntamientos. Creo que no importa que estén en un lugar privado, si la persona no los puede atender o los tiene en mal estado higiénico-sanitario, es competencia de los ayuntamientos intentar encontrar una solución y mientras proteger a esos animales”, argumentó María Hernández.

La alcaldesa de El Paso, María Dolores Padilla, era conocedora del problema y ya tiene previsto acudir con la protectora de animales y los veterinarios con los que trabajan para estudiar el estado de los perros y la posibilidad de situarlos en sitios de acogida, además de esterilizar a las hembras.

Padilla, que en la misma tarde de ayer acudió a la zona donde se encuentran los perros, aseguró que al menos alimento no les faltaba. Ahora están pendientes de la próxima intervención de los especialistas para intentar buscar la mejor salida para estos perros.

Sin duda, la solución no es fácil dado que, entre otras cosas, los perros se encuentran en un terreno privado. En ese sentido, Hernández recuerda que la propia legislación para la protección de animales estipula que “si se encuentran en un determinado municipio y se sabe con constancia que padecen unas necesidades básicas, por diversas razones, el Ayuntamiento debería de hacer algo ya”.