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Advierten de que la recuperación de sucesiones y donaciones sería “letal” para las pymes canarias

EUROPA PRESS | Santa Cruz

La Asociación de la Empresa Familiar de Canarias (EFCA) ha advertido al Gobierno autonómico sobre los estragos que puede causar en la economía de las islas la restauración del impuesto de sucesiones y donaciones, pues “sería letal para muchas pymes y micropymes canarias y dificultaría su traspaso a segundas o terceras generaciones”.

El Ejecutivo autonómico ha anunciado su intención de subir algunos tributos y el restablecimiento de este impuesto como fórmula para incrementar sus ingresos y hacer frente al objetivo de cumplir con el déficit público fijado este año en el 1,5 por ciento. No obstante, según la Asociación, el Gobierno lo ha hecho “sin reparar en que esta medida podría tener muchos más efectos negativos que positivos en el frágil tejido empresarial canario”.

EFCA ha apuntado que sería posible adoptar otros mecanismos de financiación como “aligerar el entramado burocrático de la Comunidad Autónoma, reduciendo parte de los organismos, fundaciones y empresas públicas que, en muchos casos, apenas tienen cometido real, en lugar de seguir incrementando la presión fiscal”.

El Gobierno de Canarias suprimió este impuesto el 1 de enero de 2008 dentro del ámbito familiar (padres, hijos, cónyuges y parejas de hecho). La Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma para ese año estableció una bonificación general del 99,9 por ciento de la cuota tributaria, quedando el 0,1 por ciento restante que se debe pagar por este impuesto como mecanismo de control tributario.

Favorecer la continuidad

Para la Asociación de la Empresa Familiar de Canarias, la necesidad de mantener esta bonificación es “vital” para las empresas familiares, por cuanto facilita su continuidad cuando el creador de la compañía fallece o decide traspasar su actividad a sus herederos. “Además, permite estimular su actividad económica y evita importantes pérdidas en el momento de la sucesión, clave en un momento en que hay una nueva generación de empresarios que, además, es la más preparada de nuestra historia”, añade.

Según EFCA, la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones, junto a la consolidación de las deducciones fiscales establecidas en anteriores ejercicios económicos, contribuyó a minorar la carga tributaria de las empresas familiares canarias y, por tanto, a consolidar su posición y contribución a la economía.

“Un 80 por ciento del tejido empresarial de Canarias se configura con este tipo de entidades familiares, la mayoría de pequeño tamaño y menos de diez trabajadores, que de por sí se enfrentan a la dificultad de afrontar las trabas burocráticas propias de la Administración en las islas y su elevado coste fiscal y financiero”, comentó la Asociación.

“La actividad empresarial y la emprendeduría se han complicado enormemente en estos años y es preciso que las instituciones sean flexibles de sus decisiones, conscientes de los efectos que conllevan y que se mantengan instrumentos como estas bonificaciones, que facilitan la situación”, concluyó EFCA.