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Algo late en Arona

Sandro Domínguez, Alejandro Torres y Orestes Molina, en el gimnasio de la Escuela de Boxeo Povedano, de Arona. / DA

JUAN S. SÁNCHEZ | Santa Cruz de Tenerife

El trabajo hecho con ilusión, entrega y dedicación siempre acaba dando sus frutos. El ejemplo más claro es el de la Escuela de Boxeo de Arona que dirige Manuel Povedano. Después de muchos años recogiendo buenos resultados a cuentagotas, le ha llegado el momento de recibir la ración multiplicada por tres. Es la mejor forma de demostrar que el boxeo late en Arona.

Los Campeonatos de España amateur celebrados este año en la localidad levantina de Aldaia han dejado claro que el proyecto del boxeo en el municipio sureño funciona. La escuela de Povedano metió a diez boxeadores en las eliminatorias regionales de donde salieron cinco púgiles para participar en la máxima cita del boxeo nacional amateur. Allí, Orestes Molina consiguió su tercer título español, Alejandro Torres sumó su quinta medalla de plata y Sandro Domínguez alcanzó su primer metal plateado absoluto después de haber sido campeón júnior.

Domínguez protagonizó el mejor combate de todos los campeonatos en la final del peso ligero ante Erik Pambani. Fue un duelo muy igualado que se decidió por escaso margen y en el que los aficionados valencianos le vieron ganador. “La plata me sabe a oro”, cuenta el fajador sureño que reconoce que el boxeo y su experiencia bajo la tutela de Manuel Povedano “me han cambiado la vida. Todo lo que soy ahora es gracias al boxeo”. “Es verdad que la gente cuando terminó el combate con Pambani decía que el canario merecía haber ganado y hasta Pambani me dijo que me podían haber dado a mí el triunfo, pero me quedé muy satisfecho tanto por mí como por Manuel y Yadiana, que se dejan la vida por esto y se merecen lo más grande”, cuenta Domínguez.

Orestes Molina, que cumple este año cuatro en el centro de alto rendimiento de la Federación Española, todo el ciclo olímpico, buscará su plaza para los Juegos de Londres en el próximo clasificatorio. Fue nombrado oficiosamente el mejor boxeador de los Campeonatos de España 2012, ganando todos sus combates con solvencia dentro del peso gallo y después de haber sufrido una operación en su rodilla.

“Una de las claves de los buenos resultados de este año ha sido la unidad que teníamos en el equipo canario”, explica Orestes que entiende que “los canarios somos diferentes en el boxeo, por eso la gente siempre quiere ver nuestros combates”.

Para Alejandro Torres hubo un premio muy especial. Le tocó bailar con la más fea de toda la verbena, pero disfrutó del baile como el que más. El olímpico Kelvin de la Nieve fue su verdugo en la gran final después de que Torres se tomara una dulce revancha liquidando al cántabro Juan Santamarta antes del límite. “Mañana mismo volvería a pelear con Kelvin”, sentencia.