PROSPECCIONES PETROLÍFERAS >

Ana Oramas ve “intereses bastardos” de las multinacionales del petróleo

Imagen de archivo de una intervención de la diputada nacional Ana Oramas. | DA


JUAN MANUEL PARDELLAS
| Santa Cruz de Tenerife

La diputada nacionalista canaria Ana Oramas teme que la búsqueda de petróleo en aguas del Archipiélago desencadene todo tipo de tensiones en la sociedad insular y de España con otros países, especialmente Marruecos. “Ojo, que detrás del petróleo suele haber intereses bastardos de las multinacionales, y son de todos conocidas las guerras que ha habido por las materias primas”, declaró durante su intervención en el programa 59 segundos de Televisión Española en Canaria.

Oramas tampoco descartó que, al amparo de los intereses multimillonarios que se mueven alrededor del llamado oro negro, se reproduzcan tensiones sociales, en las que podrían converger los intereses de varios países como Marruecos, Argelia y Venezuela, sobre los que ya en 2001 alertó el Centro Nacional de Inteligencia en unos documentos clasificados que conocieron el entonces presidente canario, Adán Martín, el ministro de Industria, el presidente Rodríguez Zapatero y hasta el Rey. “Esos informes fueron la clave en su momento para detener los trabajos”, reveló. Sobre los riesgos ambientales, añadió que “Canarias no puede ni debe caer en la trampa, ni resistiría 10 años de un Prestige”, y sobre las consecuencias económicas interpretó que la solicitud de Repsol de reiniciar las prospecciones responden a lo caro que le resultaría a la compañía adaptarse a la nueva normativa medioambiental que entrará en vigor en 2013. “Dependiendo de factores de coste y rentabilidad, ¿es negocio extraer ese petróleo, dado que está a mucha profundidad?”.

La líder nacionalista rechazó el argumento de que si España no explota la piedra madre (de la que aún Repsol no ha certificado si hay petróleo y en qué cantidades) lo hará Marruecos, con prácticamente los mismos efectos perjudiciales y riesgos para el Archipiélago. “No juguemos a ciencia ficción”, dijo; “no se dan las mismas condiciones allí que aquí”.