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La OCDE insta a revisar la jornada escolar y a acortar las vacaciones

Los expertos de la OCDE charlan con José Moya, en primer término, en la presentación del PISA canario / EFE

FRAN DOMÍNGUEZ | Santa Cruz de Tenerife

El llamado PISA canario, el informe encargado por el Gobierno regional a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), con el objetivo de examinar el sistema de enseñanza de las Islas, ha desvelado por fin sus cartas. Así, entre sus recomendaciones más significativas, y que a buen seguro darán pábulo a la controversia, destacan la de mejorar la eficacia del gasto educativo; compensar económicamente a los profesores cuyos estudiantes logren buenos resultados; revisar la jornada escolar y reducir el “largo” periodo vacacional; otorgar una mayor autonomía al centro educativo, y promover la formación continua.

El estudio Orientaciones de PISA para Canarias -así se llama oficialmente este documento- fue presentado ayer en Las Palmas de Gran Canaria, en una rueda de prensa que duró dos horas, y a la que asistieron el director del Instituto Canario de Evaluación y Calidad Educativa (ICEC), José Moya; el responsable del Programa de Cooperación con Países No Miembros de la Dirección de Educación de la OCDE, Ian Withman; el director del programa para la Cooperación con Países No Miembros de la OCDE, Mihaylo Milovanovitch, y la relatora del equipo encargada del informe para las Islas, Caroline Macready.

Este paquete de medidas, 41 en total, será difundido ahora entre la comunidad educativa (que ha criticado, precisamente, que no se diera a conocer antes entre el sector de la enseñanza) y contribuirá, a juicio de Moya, a articular un gran pacto político por la educación para intentar mejorar los resultados en este ámbito en las Islas. No obstante, la propia Consejería de Educación advirtió ayer de que hay “sugerencias” en el informe que son de “difícil encaje”, dado que dependen de la política nacional, necesitan del consenso de toda la comunidad educativa o se encuentran el obstáculo de la crisis”.

Moya aclaró que entre estas recomendaciones de complicado cumplimiento, “porque el ámbito competencias corresponde al Gobierno central”, están las de “dotar a los centros docentes de autonomía para seleccionar a su profesorado, e incluso pedir ceses si no se rinde, así como proponer ascensos a puestos intermedios”. También tienen reparos otros aspectos que, siendo competencia autonómica, requieren de “un amplio consenso”, como la revisión de la jornada escolar (por una más práctica y eficaz que ayude a mejorar los tiempos de aprendizaje) y el “recorte” del periodo vacacional.

Y es que ayer se hizo especial hincapié en la necesidad de aumentar los resultados académicos del Archipiélago. Mihaylo Milovanovitch insistió en que hay “mucho margen de mejora” para la enseñanza en Canarias, por lo que puso en valor este estudio específico para corregir las disfunciones existentes.

Pero fue Caroline Macready la encargada de resumir el informe, fruto de un trabajo que comenzó en abril de 2011 y que llevó en junio a un equipo de expertos de la OCDE a recorrer durante 10 días las Islas y realizar 114 entrevistas a representantes de la comunidad educativa y a diversos agentes socioeconómicos. Entre otras consideraciones, Macready apuntó que los centros educativos deben tener una mayor autonomía y cotejar la opinión del resto de actores del sistema de enseñanza.

“Sueldos muy generosos”

El PISA canario incide en la necesidad de que haya un gasto educativo más equilibrado y eficaz, si bien resalta que éste es proporcionalmente mayor al del resto de España, sobre todo en el periodo 2005 y 2009.

Otro de los aspectos destacados es el relacionado con la retribución del profesorado, donde si bien apostilla que los salarios docentes son “muy generosos” al principio, luego con el tiempo las escalas resultan “extraordinariamente planas”. El informe habla de revisar y estudiar las retribuciones e incentivos, recomendando que exista un sistema de contratación que prime a los “mejores preparados” para la docencia, y la posibilidad de que se compense económicamente a los profesores por buenos resultados de sus alumnos. Macready también aludió al alto índice de repetidores que tiene Canarias y el reto de reducir esa tasa a “cero”.

El director del ICEC, quien recalcó que la Consejería se ha adelantado a muchas de las recomendaciones de la OCDE, dijo que no hay que “buscar culpables” de las carencias del sistema educativo pero sí hay que asumir entre todos un “reparto de responsabilidades” para luego encontrar soluciones. Moya afirmó que la tardanza en traducir el informe se debió a la necesidad de consensuar determinados conceptos por cuestiones del idioma.

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Más lecturas

Evaluación. El informe de la OCDE deja claro que en Canarias no “hay cultura de la evaluación”. En caso más concretos, el documento aboga por establecer criterios de de evaluación estandarizados para el alumnado, así como procesos de autoevaluación del propio sistema educativo.

Formación continua. La OCDE pone de relieve el hecho de fomentar la formación continua del profesorado, uno de los talones de Aquiles detectados, y que ésta corriese a cargo permanentemente de la administración pública. Esta formación debería incidir en las capacidades básicas y de detección precoz de alumnos con necesidades educativas especiales.

Directores. Se propone dotar a los centros educativos de más autonomía, ahorrando la burocracia y aligerando la enorme carga administrativa que soportan. También el informe aboga por valorizar el cargo de director, atribuyéndole más competencias y capacidad de decisión en temas de contratación y selección, así como de reasignación de tareas. En definitiva, sugiere que los directores de centros tengan más maniobra de competencias y puedan escoger a los que estén “mejor preparados”.

Mayor participación. El estudio insiste en que una correcta educación no se logra sin la sincera implicación de los padres. Así, demanda a los centros que los informe y trate como “socios” en este proceso. También aboga por una mayor colaboración con los Consejos Escolares y por una comunicación más fluida entre los diferentes agentes educativos.

Rentabilizar los recursos. Otra de las orientaciones destacadas es la necesidad de rentabilizar y dar mayor eficiencia a los recursos. Por ejemplo, se resalta que el gasto educativo en Secundaria y es “muy superior” al que se hace en Primaria, ciclo en el que el estudio de PISA demanda una mayor implicación. Precisamente, en lo referido al nivel de Secundaria, el documento apuesta por una relación más cercana con el mundo laboral, basada menos en contenidos y más en el desarrollo de destrezas.

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