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Con microcréditos no basta para escapar de la pobreza

Fotografía cedida por UNICEF tomada en Bombay (La India). | EFE

EFE | Madrid

Los microcréditos y los negocios resultantes de éstos son, en general, insuficientes para permitir escapar de la pobreza, según defienden y revelan a Efe los economistas Abhijit Banerjee y Esther Duflo, cuyo libro Repensar la pobreza: un giro radical en la lucha contra la desigualdad global (Editorial Taurus) sale estos días a la venta en España.

Se trata de un libro que pone de relieve que las políticas gubernamentales destinadas a ayudarles (a los más necesitados) muchas veces fracasan porque se fundamentan en suposiciones erradas con respecto a sus circunstancias y su conducta.

El microcrédito y otras formas de ayuda a las microempresas todavía tienen que desempeñar un papel importante en la vida de los pobres, porque en un futuro próximo los pequeños negocios continuarán siendo la única vía de supervivencia para muchos de ellos. Pero es fácil caer en el engaño si se cree que pueden preparar el terreno para una salida masiva de la pobreza, razonan en su libro.

En los 50 países donde viven la mayoría de los pobres, el nivel medio de pobreza se sitúa en 36 céntimos de dólar por persona. Esto equivaldría a pretender vivir en una ciudad como Manhattan con menos de un dólar al día para los gastos, sin incluir el alojamiento.

Fórmula exigua

En 2005, 865 millones de personas (el 13% de la población mundial) gestionaban su vida, y la de su familia, con esa cantidad.
“Por lo tanto se vuelve imprescindible conocer la vida económica de los pobres para poder llevar a cabo políticas útiles”, según señalan los autores, del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts, en el libro.

En su entrevista con Efe, tanto Banerjee como Duflo aseguran que el hecho de que los micropréstamos sean tan exiguos como para ayudar a salir de la situación de pobreza no quiere decir que no sean “una buena cosa”, pero sí que no son “la única solución a todos los problemas de la pobreza”, y añaden: “¿Pero sabes qué?: nada lo es”.

“No vemos esto -opinan- como una critica hacia el microcrédito, pero, quizás, sí de lo que proclamaban sus más acérrimos partidarios”, reiteran.

En este sentido, recuerdan que el microcrédito ha logrado una cantidad tremenda de cobertura, con 200 millones de clientes “que ahora tienen un acceso financiero del que antes no disponían”. Además opinan que conviene no olvidar el hecho de que siempre “ha habido pobreza en el primer mundo”, y se muestran convencidos de que la actual crisis “ha hecho a muchas personas, que nunca se habían visto como pobres, sentirse mucho más vulnerables”.

Por otro lado, los autores se muestran convencidos de que está en manos de los ciudadanos del primer mundo “tratar de educarnos en temas relacionados con la pobreza” para poder avanzar en la búsqueda de soluciones hacia su erradicación.
“También queremos dejar bien claro que no nos podemos tumbar a la bartola y esperar a la ONU, el Banco Mundial (BM) o al Gobierno de turno para solucionar el problema” de la pobreza, aseveran.