INMA MARTOS | Santa Cruz de Tenerife
¿Cómo se le dice a un ser querido que va a morir? La primera reacción de los familiares ante la enfermedad terminal de uno de sus miembros es muchas veces ocultarle la información médica: atenuar las consecuencias del mal que padece y restar importancia al suceso que va a tener lugar tarde o temprano. Este mimetismo consensuado a veces por el entorno es, sin embargo, una forma de desatención de los sentimientos y las emociones de la persona que se encuentra a las puertas de la muerte.
“Porque estamos impidiendo que la persona hable de sus emociones, de sus miedos; en definitiva, que pueda enfrentarse a su destino de una forma digna, ya que la incertidumbre genera inseguridad”. El doctor Miguel Ángel Benítez, portador de estas palabras, no solo está de acuerdo con la Ley, que reconoce el derecho del paciente a la información a través del principio de autonomía: “El paciente tiene derecho a ser informado sobre su enfermedad en términos entendibles”. También afirma que saber reporta seguridad para afrontar el paso hacia el otro lado. “Algunas familias nos han llegado a amenazar para que callemos ante el paciente, sin conocer que incluso la Ley nos ampara”, sostiene. Aunque los casos extremos, según declara el doctor, “solo llegan a un 10%”.
A partir del conocimiento, los cuidados tanto emocionales como físicos al paciente, así como a la familia, incluso pueden ser acordados entre ambas partes, con la participación del enfermo en su tratamiento, con el fin de hacer más llevaderos sus últimos momentos. La diferencia es que se tienen en consideración los deseos de la persona, a quien se respeta como tal, independientemente de su enfermedad.
Agradecimientos
El doctor Benítez dirige con acierto el equipo de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Nuestra Señora de Candelaria (Hunsc). El éxito no solo lo avalan las innumerables muestras de agradecimiento y cariño recibidas en el centro.
Además, la unidad se ha convertido en referente español en la especialidad de Cuidados Paliativos. Así, prueba de ello es la consolidación del III Curso Avanzado de Cuidados Paliativos, al que acuden médicos de todos los puntos de España que, como él mismo refiere, “son profesionales con esperanza que trabajan con el fin de mermar el dolor” a personas con patologías terminales. Este dolor, que no siempre es físico, sino también “del alma”, no solo se puede, sino que “se debe limitar en la medida de lo posible”, asegura el especialista.
“Hermana pequeña”
A pesar de ser “la hermana pequeña de la medicina”, Benítez remarca que en Tenerife se han hecho grandes progresos científicos en la investigación de esta especialidad y se cuenta con recursos avanzados y de actualización. Una de las asignaturas pendientes es, sin duda, la sensibilización de la administración y de la población en general, según comenta, en una circunstancia tan común como la muerte como consecuencia de una enfermedad.
La Asociación Canaria de Cuidados Paliativos (Canpal), el Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife (Comtf) y miembros de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria (Hunsc) son las entidades responsables de la celebración de este curso, que tuvo lugar el pasado fin de semana en la sede de la citada organización colegial.
Durante las jornadas se abordaron temas como la atención adecuada para el control del sufrimiento en pacientes con enfermedades renales muy avanzadas y el tratamiento de las complicaciones digestivas en pacientes con cáncer incurable, entre otros.
Asimismo, en estas jornadas se debatió la recientemente publicada Guía Clínica Europea para el manejo de los trastornos depresivos en estos pacientes y la excelencia clínica en el manejo de las distintas patologías.