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Eduardo reconoce hoy que la mató

TINERFE FUMERO |SANTA CRUZ DE TENERIFE

Salvo que cambie de parecer a última hora y desoiga el consejo de su abogado, Eduardo, acusado en el juicio con jurado cuya vista oral empieza hoy en la Audiencia provincial a cuenta de la muerte violenta de una mujer en Guía de Isora allá en mayo de 2009, confesará que fue él quien causó la muerte a su ex pareja, aunque alegará que fue un homicidio ya que se encontraba bajo los efectos de una ingesta masiva de bebidas alcohólicas y que la muerte se produjo en el transcurso de una pelea entre ambos. Por contra, la Fiscalía entiende que lo acaecido fue un asesinato y pide una pena de 25 años de prisión para el imputado.

Los hechos cuyas responsabilidades se dirimirán en el Palacio de Justicia santacrucero tras la preceptiva elección de los miembros que conformarán el jurado popular se remontan a la mañana del 11 de mayo de 2009, cuando la pareja conformada por Eduardo y Carmen Rosa salió por Playa San Juan al objeto de hacer unas gestiones. Aunque la relación sentimental ya había terminado, al parecer no era inhabitual que se vieran.

Si bien tanto el fiscal como el defensor coinciden en sus respectivos escritos provisionales de conclusiones que ambos estuvieron bebiendo alcohol durante todo el día y que, ya de tarde en la casa, se originó una discusión acerca de una posible necesidad económica que tenía la hija de ambos, a partir de ahí difieren las versiones de ambos.

¿Ataque brutal o pelea?

A juicio de la Fiscalía, el acusado habría perdido los nervios y agredido a Carmen Rosa brutalmente, primero en la cara y luego, cuando ya se encontraba en el suelo, propinándole patadas y patadas durante largo rato.

Por contra, en el escrito de la defensa, que lleva el abogado tinerfeño Plácido Peña, Carmen habría amenazado y abofeteado a Eduardo, reaccionando éste violentamente y enzarzándose ambos y cayendo ella al suelo, donde reconoce que le pegó patadas y que, en un momento determinado “fuera de sí pierde el equilibrio y se cae sobre el tórax de la mujer.

Las diferencias entre ambos relatos se reflejan lógicamente en las solicitudes de ambas partes: donde la Fiscalía ve un asesinato que debe ser condenado con la referida pena de 25 años de cárcel, la defensa entiende que se trata de un homicidio atenuado a cuya autoría corresponde una pena de 10 años de prisión.
Si el Ministerio Público aprecia alevosía y ensañamiento, además de la agravante de parentesco, el abogado defensor ve las atenuantes por grave adicción al alcohol y alteración psíquica. Eso sí, en este caso reconoce el parentesco como agravante.

Para largo

Si bien se podría presumir que la estrategia de la defensa facilitaría un juicio más corto, tal posibilidad está descartada habida cuenta la enorme diferencia que aún separa su solicitud de la Fiscalía. Además, está previsto que desfile por la Audiencia provincial veintitrés testigos, elegidos entre familiares, amigos y vecinos de la pareja, así como agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad actuantes.

Tras los testigos llegará el tiempo de las periciales, que incluirán entre otros el testimonio de varios especialistas, tanto en relación con la autopsia como con el estado mental del acusado.