JOSÉ L. CONDE | San Miguel de Abona
El director general de Infraestructuras Educativas del Gobierno de Canarias, Demetrio Suárez, ordenó ayer el cierre del edificio anexo al Instituto de Enseñanza Secundaria San Miguel, en el núcleo de Las Zocas, por el peligro que supone dar clases en esa zona, y anunció que un equipo de técnicos procederá a realizar catas para determinar las causas de los temblores que han provocado la alarma entre los alumnos y los padres del centro. Como se recordará, en un plazo de una semana los alumnos han sido desalojados en dos ocasiones al percibir temblores y comprobar como una grieta ubicada en el suelo se hacía más grande.
Padres y madres de alumnos se concentraron desde primera hora de la mañana de ayer en las puertas del colegio en espera de que llegara el director general de Infraestructuras Educativas. Tras la inspección Demetrio Suárez se reunió con la dirección del colegio, técnicos de la Consejería, representantes del APA y el alcalde del municipio, Valentín González, que desde un principio se ha interesado por el caso.
Suárez anunció que los alumnos afectados, alrededor de unos 170, serían realojados por la directora en otras aulas del propio centro y que, en caso de que hiciera falta, se traerían aulas modulares para seguir impartiendo los cursos, ya que se da la circunstancia de que estamos en una periodo de exámenes.
Tranquilidad
Con esta decisión la asociación de padres manifestó su tranquilidad porque ahora conocerán las causas y el alcance de estos temblores que han alarmado a los alumnos. Suárez calcula que en un periodo de tres semanas estarán terminados los informes y entonces se tomará la decisión oportuna.
Las medidas adoptadas por Educación se hicieron visibles ayer en la colocación de carteles de prohibido el paso y además se anunció que con posterioridad se derribará la pasarela que une los dos edificios.
Esta no es la primera vez que se ocasionan problemas en este edificio. En otra ocasión las rachas de viento lanzaron al vuelo parte de la techumbre, según relataron a este periódico varios padres que protagonizaban la sentada.
Asimismo. señalaron que en esta ocasión no están dispuestos a transigir y que si fuera necesaria impartir las clases en aulas modulares no permitirían que no estuvieran en las condiciones adecuadas. Asimismo pidieron medidas para que los menores más curiosos no se colaran hacia el edificio clausurado.