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Así también se sale de Segunda B

Los jugadores blanquiazules celebran el primer gol anotado por Álvaro Zazo. | ACFI PRESS

MARTÍN-TRAVIESO | Madrid (enviado especial)

El Tenerife nos tiene acostumbrados esta temporada a dar una de cal y otra de arena. La semana pasada, ante La Roda, tropezó, por lo que frente al Rayo Vallecano B ayer tocaba mejorar la imagen y, sobre todo, ganar. No falló el equipo y resolvió un partido que a priori parecía más complicado de lo que al final resultó. Zazo, probablemente el mejor de los suyos, en el minuto 16 abrió un marcador que cerró, al borde del final, Raúl Llorente. 0-2 y un paso de gigante que lograron dar los blanquiazules, que encima se vieron favorecidos por el empate que sumó el Real Madrid Castilla (igualó ante el San Sebastián de los Reyes) y por la derrota del Albacete, que sucumbió ante el Lugo. Alcanzar el primer puesto aún es posible.

El partido no tuvo demasiada historia. No hubo grandes ocasiones, tampoco se puede decir que el fútbol brilló con luz propia.

Todo lo contrario. No obstante, algunas fases del duelo se caracterizaron por la emoción, especialmente en la segunda mitad. La primera resultó más tediosa. Y eso que los dos equipos le imprimieron mucha intensidad al duelo desde el principio. García Tébar planteó un partido en el que lo físico resultó más importante que tratar bien al esférico. El Rayo lo intentó desde que pitó el comienzo el colegiado, pero solo lo logró mientras le duró la gasolina. Leo y Roberto lo intentaron para los rayistas y Sicilia contestó para los blanquiazules. Chechu ejecutó de falta y el defensa grancanario cabeceó por encima de la meta de Ismael, con diferencia el mejor del equipo local. Antes, en el tres, Zazo cabeceaba alto.

Al poco del comienzo, en el 16, Zazo inauguró el marcador en la jugada tonta y rara del encuentro. Chechu otra vez sacó una falta, saltó a cazarla de cabeza Sicilia y no la atrapó el portero Ismael, con la fortuna que el rebote le cayó en el pie a Zazo, que solo tuvo que empujarla para que la pelota entrase mansa en la meta rayista. Tras unos segundos sin reaccionar, el colegiado dio el gol por válido, tras consultar con su asistente, que interpretó que Pablo Sicilia estaba en fuera de juego posicional pero no intervino en la jugada. Valió el gol de Zazo, que lo celebró con rabia, pues aún el Rayo le adeuda un dinero de etapas anteriores.

Los locales no bajaron los brazos en los minutos siguientes, pero sí que notaron el golpe que supuso encajar tan pronto. Mostraron algo de reacción en el 34, cuando Nono desaprovechó un regalo de la defensa rival. El jugador rayista remató por encima de la meta de Sergio lo que claramente estaba llamado a convertirse en el empate.

El segundo acto arrancó dominando la situación los de Jimeno, que pusieron contra las cuerdas al conjunto visitante. En doce minutos acumularon cuatro aproximaciones peligrosas a la meta tinerfeña. El último fue el más destacado. La defensa isleña falló y dejó solo al portugués Leo, que mandó el balón a las nubes.

Eso ocurrió en el 57. Dos minutos después, Tarantino casi marca el 0-2 con un gran cabezazo que repelió, como pudo, Ismael con una efectista estirada.

Acto seguido le tocó al portero del Tenerife que él también estaba a la altura de las circunstancias. Testarazo a bocajarro del grancanario Rayco y parada providencial del de Porriño, que festejaba su encuentro 200 con la camiseta blanquiazul.

El cronómetro corría a favor de los intereses tinerfeños, pero no terminaba de llegar el gol de la tranquilidad.

Y no fue por falta de ocasiones. Chechu dispuso de otra más clarísima, cuando Guadaño le regaló el balón y el ex del Girona se plantó solo ante Ismael. El portero filial le ganó el mano a mano. Otra ocasión que se fue al limbo (min. 75).

Otra casi igual de meridiana la tuvo Ferrán, que había entrado en sustitución de Kike López. Peinó hacia atrás Aridane y el catalán golpeó my alto cuando lo tenía todo para marcar.

El partido estaba cerca de concluir, pero antes un error de la zaga canaria a punto estuvo de cobrarse una desgracia. Centro desde la banda que despeja Raúl Llorente, el balón da en la cara de Zazo y se marcha lamiendo el larguero. Increíble.

Hubo que esperar hasta el minuto ¡94! para respirar con tranquilidad. Llorente marcó el 0-2 tras una asistencia de Aridane. No hubo tiempo para nada más.

El Tenerife sigue vivo en la disputa por el primer puesto.