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El vertido duró 10 días, pero Sanidad no vio riesgo para el baño en Radazul

Imagen de archivo de la playa de La Nea, tras las obras de regeneración, en la costa de Radazul. / DA

VICENTE PÉREZ | El Rosario

El concejal de Obras y Servicios de El Rosario, Manuel Martín, confirmó ayer que a principios de febrero se obstruyó el emisario submarino de aguas fecales de Radazul y éstas salieron por un aliviadero de pluviales a “15 o 20 metros de profundidad”, en vez de los 60 normales.

No obstante, aseguró que el Ayuntamiento no avisó a la población de este hecho, durante los “diez” días que se tardó en desatascarlo, porque no hubo constancia de contaminación fecal en las zonas de baño, algo dijo, que compete a la Consejería de Sanidad del Gobierno canario, en concreto a la Dirección General de Salud Pública. Martín entiende que, si en los análsis rutinarios sobre la calidad higiénico-sanitaria del agua, este organismo hubiera detectado parámetros perjudiciales para la salud, lo hubiera comunicado al Ayuntamiento, y esto no ocurrió. “Es absurdo, si hubiera habido contaminación, lo habríamos advertido a los bañistas”, subrayó el edil, quien de esta forma rechazó las críticas de la oposición. En el caso de IR-Verdes, este partido pedirá conocer si se hicieron análisis al agua de las zonas de baño en los días en que estuvo obstruido el emisario y qué resultados arrojaron. El concejal explicó que, una vez detectada la obstrucción, y visto que era necesario emplear buzos para actuar en el emisario, se pidió presupuesto a la empresa especializada que finalmente lo realizó, y, luego se envió a un técnico municipal para que efectuara una inspección con cuyo informe justificar la declaración de emergencia de estas obras, según el procedimiento legal para estos casos. En total, según el edil, se tardaron diez días en todo este proceso hasta la reparación del emisario, incluyendo varias jornadas en que el mal estado del mar impidió la labor de los buzos.

En dicho informe, fechado el 8 de febrero, el técnico previno de que “puede estarse produciendo una importante contaminación” en “todo el frente costero de Radazul”, si bien el edil aclaró ayer que este documento sólo advirtió de una posibilidad, y no de que ya estuviera ocurriendo tal hecho, así como de la urgencia de resolver el problema. Martín precisó que las aguas fecales derramadas por el aliviadero pasan por una estación de pretratamiento (“desbaste y cloración”, según el referido informe), y que el emisario “cuenta con la autorización” de la Viceconsejería de Medio Ambiente, permiso que cada año se renueva con el envío de los resultados de los análisis de estos efluentes.

Martín también explicó que el Ayuntamiento quiere “sacar del emisario las aguas de la lluvia” y para ello “desde abril de 2011” espera el visto bueno del Gobierno canario al proyecto.