tribuna alta >

I+D+i+d, verdadero cambio > Antonio Alarcó

El Senado ha aprobado esta semana una moción del Grupo Parlamentario Popular por la que se acuerda la creación de una Ponencia de Estudio, en el seno de la Comisión de Economía y Competitividad, que emita un informe que avance en la propuesta de medidas de integración y apoyo a las pymes en I+D+i+d, y de transferencia de conocimiento hacia ellas. Se persigue, en esencia, promover un código de valores en investigación, desarrollo, innovación y divulgación, con criterios de responsabilidad social corporativa (RSC). El fomento de la participación público-privada se llevará a cabo sobre unos ejes de actuación concretos: optimización fiscal, fondos éticos de inversión y mecenazgo.

Según el Instituto de Estudios Económicos (IEE), la baja productividad en España obedece a la falta de actividad privada y a la gran rigidez de su mercado laboral. Por ello, el esfuerzo inversor de las instituciones públicas ha de orientarse a promover la flexibilidad laboral, establecer las ayudas y subvenciones a las empresas en función de la inversión en tecnología, información y formación del capital humano, y fomentar la competitividad. En nuestra calidad de portavoz de Desarrollo e Innovación en el Senado, no podemos más que evidenciar la satisfacción que supone haber contado con el apoyo unánime de todos los grupos parlamentarios.

Estamos realmente orgullosos de pertenecer a una Institución que da continuas muestras de su utilidad, convertida en Cámara de la Ciencia, en la que el nivel del debate y las aportaciones denotan el compromiso de todos respecto a un verdadero cambio de modelo económico, que ha de pasar por el compromiso social y la asimilación de la I+D+i+d. En un mundo globalizado como el actual, las empresas han de organizarse de manera que tengan en cuenta los impactos que los diferentes aspectos de sus actividades generan en la sociedad. Tienen que tener en cuenta los efectos sobre sus trabajadores, clientes, accionistas y medioambiente. Debido a la crisis económica, es necesario que nos planteemos nuevas líneas de acción social para que los usuarios aprecien el compromiso de las empresas con el desarrollo y la mejora del entorno. Las decisiones empresariales no son fáciles de tomar, y la crítica situación de nuestra economía lo impide en muchos casos. Por este motivo, es seguro que el amplio programa de reformas que está desarrollando el Gobierno de España va a dejarse sentir más pronto que tarde, y tendrá efectos muy positivos. Pero creemos que en este camino no estamos solos, y es imprescindible, la participación público-privada para llevar a buen puerto el cambio de modelo económico.

Vamos incluso más allá. Es necesario un cambio de mentalidad en las organizaciones empresariales para contribuir a salir con mayor rapidez de la crisis, un nuevo modelo productivo apoyado en la ciencia, la creación de conocimiento y la innovación, de manera que estos aspectos se pongan al servicio de la generación de empleo. La innovación es una de las variables más relevantes de la competitividad de una empresa, ya que en la sociedad altamente tecnificada y formada del Siglo XXI, no es cuestión sólo de poder económico empresarial, sino también de dar el mejor uso posible a la inteligencia y al talento. Pensamos que, precisamente por eso, es importante contar con el papel de la divulgación, la transmisión a la sociedad de los fines en los que trabajamos, con el fin inequívoco de impulsar la complicidad del contribuyente, y que todos sepamos en qué se emplea el dinero público, un bien tan valioso.

Algunos, que no saben lo que encierra la “d” de divulgación y la comunicación responsable, esbozan una sonrisa displicente y hablan de propaganda y publicidad encubierta, que es lo que siempre han practicado. Ya cambiarán. Estas fórmulas de cooperación institucional se revelan imprescindibles porque todo aquello que destinemos a la innovación y la investigación no son realmente gastos, sino que han de verse como una inversión, pues esos fondos tienen siempre un resultado multiplicador: está sobradamente demostrado que por cada euro invertido en estas acciones, cinco euros revierten en la sociedad. Es bueno, por ello, que haya habido unanimidad en torno a esta propuesta, pues queda claro que para ninguno de los partidos políticos que integramos el Senado, esta fórmula de colaboración supone privatizar la investigación o el conocimiento, sino implicar a la sociedad civil en el bienestar común. Ética, calidad, responsabilidad social corporativa, cooperación internacional, y compromiso a favor de la I+D+i+d, hacen que esta ponencia esté llamada a ser de las principales acciones que desarrollemos esta Legislatura.

*Portavoz del Grupo Popular en el Cabildo de Tenerife y senador por la Isla