JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

Acuciada por la crisis y los recortes, la sanidad canaria vive uno de los periodos más complicados de su historia reciente. Sin embargo, los problemas vienen de lejos. Eso es, al menos, lo que se desprende del último informe de la Audiencia de Cuentas sobre la evaluación de la gestión del gasto de las administraciones públicas canarias en el sector de la sanidad, entre los ejercicios 2004 y 2007.

En dicho informe, publicado ayer en el Boletín del Parlamento y evaluado por la Mesa de la Cámara hace dos semanas, la entidad fiscalizadora denuncia la escasa “transparencia” y pobre calidad de la información que se proporciona a la ciudadanía y a los profesionales” de la sanidad en el Archipiélago. De igual modo, la Audiencia deja claro que sería conveniente “determinar las causas que han provocado un incremento de la lista de espera quirúrgica, tanto a nivel general como por áreas de salud, para implantar las medidas correctoras oportunas”.

Dicha recomendación, no obstante, hace referencia al ejercicio 2007, aunque vuelve a estar vigente ahora, ya que todo apunta a que en el último año han vuelto a dispararse las cifras de las listas de espera, tanto para intervenciones quirúrgicas como para consultas especializadas.

Para la Audiencia de Cuentas también es importante “analizar las razones que están provocando la caída paulatina de recursos hospitalarios públicos (camas y quirófanos en funcionamiento)”. En concreto, en su informe recuerda que “sólo en el 2005 los conciertos representaron un 9,65% del gasto sanitario, incluidos los realizados con centros dependientes de otras administraciones -como cabildos y ayuntamientos-, frente a la media nacional del 5,18%, y con una tasa de crecimiento anual en el periodo 2000-2005 de 9,37%. En la actualidad, este porcentaje continúa cerca del 10%.

El documento, que será debatido en el Pleno antes del verano, tiene como objetivos verificar si la gestión económico financiera de la Administración pública canaria, en sus presupuestos destinados a la actividad sanitaria, se adecua a los principios de economía y eficiencia, entendiendo por economía la obtención de los recursos al mínimo coste y por eficiencia la obtención de los mayores resultados con los recursos utilizados. Además, trata de confirmar si los resultados obtenidos por dicha administración alcanzan los objetivos previstos en sus programas presupuestarios, analizando, en su caso, las “desviaciones” observadas. Una de ellas hace referencia al exceso del gasto en material sanitario de los centros, para así lograr los mejores precios y controlar la demanda. Al respecto, la Audiencia de Cuentas apuesta por crear un “sistema compartido de compra” y un “mayor control del gasto de farmacia en los centros hospitalarios”.

Mayor coordinación y continuidad de la asistencia, principal demanda del personal

Al igual que vienen demandando desde hace tiempo los sindicatos y profesionales del sector, la Audiencia de Cuentas afirma en su último informe de gestión sobre la sanidad canaria que es aconsejable “mejorar la continuidad de la asistencia”, tanto entre Atención Primaria y Atención Especializada como dentro de los propios centros sanitarios de las Islas.

“La continuidad asistencial de un sistema sanitario asegura la coordinación entre los distintos niveles asistenciales, durante el proceso diagnóstico y terapéutico del paciente, independientemente del lugar y del tiempo en el que sea atendido”, denota la entidad fiscalizadora, que reitera que ésta es una de las expectativas que con más frecuencia ha sido expresada por los pacientes y el propio personal sanitario.

La Audiencia también deja claro que “la continuidad asistencial se refiere tanto a coordinación intrahospitalaria como a la extrahospitalaria: intrahospitalaria, entre el área de Urgencias y la planta de hospitalización, durante la hospitalización y las consultas externas, y la relación entre especialidades médicas y quirúrgicas, así como entre los departamentos de servicios generales de diagnóstico (laboratorios de análisis, radiología, medicina nuclear, etc.); y la continuidad entre los servicios asistenciales extrahospitalarios, es decir, entre niveles de Atención Primaria y Especializada”.

“Deberían mejorar las técnicas de presupuestación tanto en Atención Especializada como en Primaria, con objeto de lograr que dichos presupuestos se realicen de forma prospectiva”, concluye el organismo.

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Recomendaciones

Transparencia. La Audiencia de Cuentas afirma que sería necesario establecer las herramientas adecuadas para ofrecer, entre otras, información referente a las políticas sanitarias y sus resultados; a las leyes y normativa en el ámbito de la sanidad; a los costes generales por áreas de salud, zonas básicas de salud, centros y servicios y costes particulares de procesos y tratamientos; a la posibilidad de realizar trámites y gestiones; a los derechos del ciudadano; a la transparencia total en relación a las listas de espera quirúrgica, de consultas y para pruebas diagnósticas; y a la cartera de servicios, alternativas terapéuticas y los riesgos asociados.

Listas de espera. La entidad señala que es conveniente determinar las causas que provocaron un incremento de la lista de espera quirúrgica en 2007 con respecto a los ejercicios anteriores, tanto a nivel general como por áreas de salud, para implantar las medidas correctoras oportunas.

Recursos hospitalarios. El informe deja claro que sería importante analizar las razones que están provocando la caída paulatina de las camas y quirófanos en funcionamiento.

Urgencias. La Audiencia de Cuentas recomienda hacer un estudio comparativo por grupos de edad, sexo y zona básica de salud para determinar las causas que están provocando el aumento de la frecuentación de Urgencias y tomar las medidas correctoras oportunas, ya que pudiera ser que estos servicios sean utilizadas, en mayor medida, por los ciudadanos cuando no encuentran respuesta a su problema de salud en los servicios ordinarios.

Gastos de material y farmacéutico. El organismo fiscalizador de la Comunidad Autónoma sugiere crear un sistema compartido de compra de material sanitario de los centros, para lograr los mejores precios y controlar la demanda. Además, dice que es recomendable basar los precios públicos en estudios de costes de producción propios; apuesta por mejorar las políticas de control del gasto de farmacia en los hospitales y aconseja impulsar la práctica de medicamentos por principio activo.

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