tenerife > sur

La autopista de la luz

VICENTE PÉREZ | Arona

La nueva línea de alta tensión que Red Eléctrica de España (REE) proyecta para unir las centrales térmicas de Endesa en Caletillas y el polígono industrial de Granadilla atravesará seis municipios del Sur de Tenerife, a una cota de unos 417 metros, de modo que no sea visible desde las principales vías de comunicación insulares y guarde una distancia de seguridad con respecto a núcleos de población.

Así consta en el proyecto de doble circuito de 220 Kv que se halla en fase de información pública en los ayuntamientos de Candelaria, Güímar, Arafo, Fasnia, Arico y Granadilla, así como en la Viceconsejería de Industria (Edificio de Usos Múltiples I, en la capital tinerfeña). Serán 124 torretas en total, que tendrán una altura media de 22 metros (aunque las habrá de 18 y de 45, y con los cables a 9 metros del suelo, como distancia mínima).

En Arico se instalarán 62 de estos postes (que, según el proyecto, tendrán el diseño clásico, como el de la imagen, y no cilíndrico, como algunos de los que se han instalado en el Sur de Tenerife). 28 torretas se levantarán en Güímar, 16 en Fasnia, y 18 en Granadilla. Todas estas torres metálicas de celocías galvanizadas están concebidas para soportar vientos de hasta 160 kilómetros por hora.

El cableado irá subterráneo entre Caletillas y un punto situado a la altura del acceso a Güímar por el Puertito, pasando paralelo a la autopista y por el polígono industrial. A la salida del Valle de Güímar comienza el tramo aéreo, discurriendo a unos cientos de metros de la autopista, y luego alejándose a cotas más altas, alcanzando la mayor en Arico (a más de 500 metros de altura) una vez conectada a la futura subestación del Porís, para volver a descender hasta la central situada en Granadilla.

Cientos de expropiaciones

El tendido afecta a unas 600 propiedades, entre particulares, administraciones públicas y empresas, aunque, de acuerdo con el documento expuesto al público, “afecta a pocas zonas de cultivo en activo”, si bien será necesario abrir vías para llevar la maquinaria hasta cada una de las torretas. De ahí que el proyecto incluya un informe sobre los viales de acceso a los 124 apoyos, con una ficha para cada uno, y para cuya construcción se han tenido en cuenta criterios como usar los caminos ya existentes, reducir la longitud de los nuevos tramos que se deban construir, minimizar los movimientos de tierra, evitar pendientes y masas arbóreas, y reducir el tránsito por parajes protegidos.

El estudio de impacto ambiental llega a la conclusión de que éste será “poco significativo”, aunque cabe destacar que sí tendrá carácter “moderado” en el paisaje y en las aves, por su riesgo de colisión con los cables, y para ello se propone colocar elementos salvapájaros. En el resto de potenciales impactos del tendido analizados, el proyecto los considera “compatibles” o “nulos”, de acuerdo con la terminología legal usada para estos casos.

La medida de los salvapájaros se tomará en especial en un espacio natural protegido como monumento natural, el Barranco de Fasnia y Güímar, que la línea eléctrica sobrevolará, así como en las torretas próximas a la Montaña de La Centinela (en el municipio de Arico) y el Llano de la Esquina, considerada Zona de Importancia para las Aves.

Trazado poco visible

La compañía REE ha optado por un trazado que sea poco visible desde las principales carreteras o de puntos de interés paisajístico, que afecte lo menos posible a espacios protegidos o arqueológicos, que aproveche zonas de dominio público para reducir expropiaciones, y que se aleje de zonas pobladas. Sobre este último criterio, el proyecto en información pública incluye un estudio elaborado por la consultora Biosfera XXI en el que se concluye que la futura línea de alta tensión “no generará efectos electromagnéticos incompatibles con la salud” de la población más cercana al tendido.

Otro de los aspectos estudiados para esta infraestructura es su incidencia en los restos aborígenes, y para ello REE encargó a la empresa especializada Tibicena un informe que constató la presencia de 22 yacimientos arqueológicos y 13 etnográficos sobre los que se deberá tener especial precaución durante las obras de instalación de torretas y cables. Como medidas preventivas, se señalizarán y balizarán antes de las obras estos yacimientos, y, ya durante los trabajos, un arqueólogo deberá hacer un seguimiento, que se podrá prolongar incluso una vez concluida la ejecución del proyecto.

[apunte]

Un tendido a través de seis municipios

Tramos soterrados. La línea discurrirá bajo tierra en 10,7 kilómetros: un tramo entre Caletillas y Güímar, 200 metros entre la subestación de Candelaria y un tercero de 495 hasta la de El Porís.

Sin daños a la salud. El proyecto incluye un estudio de campos electromagnéticos según el cual el tendido no causará daños a las salud de la población más próxima.

Torres. En Arico se instalarán 62 de las 124 torretas de la línea; en Güímar, 28; en Fasnia, 16, y en Granadilla de Abona, 18.

[/apunte]

Subestación en El Porís

Una de las partes de esta infraestructura será la nueva subestación de El Porís, con un parque de 220 Kv y otro de 66 kv., y que se construirá junto a la ya existente, en el parque eólico Finca de Mogán, junto a la autopista del Sur, entre Montaña de La Centinela y El Porís.

Según el estudio expuesto al público, el impacto de esta subestación será “moderado” en lo que respecta al riesgo de emisiones de hexafluoruro de azufre (SF6), que será el gas utilizado para el aislamiento eléctrico de los componentes de alta tensión.

Sin embargo, en el proyecto se aclara que se trata de un gas “no tóxico, muy estable y no inflamable, inodoro e incoloro”, y permite que la subestación sea mucho más pequeña que las tradicionales aisladas con aire atmosférico. Además, con SF6 “se elimina de forma considerable el campo magnético y el campo eléctrico en el exterior”, con otra ventaja: la subestación se instalará rápido y requerirá un mantenimiento mínimo.

La nueva subestación de El Porís se emplaza en un terreno ya intervenido por el hombre, una explotación agraria abandonada, y oculta a la vista desde la autopista del Sur, al situarse entre invernaderos en uso y la subestación actual.

Más 46 kilómetros de largo

Tal como ya informó este diario, la nueva línea de 220 Kv constará de un doble circuito, uno de 44,7 kilómetros de longitud desde Candelaria (con nueva subestación en Caletillas) hasta Granadilla y otro de 46 kilómetros en sentido inverso, al incluir una derivación de entrada y salida hacia una futura subestación en el Porís (costa de Arico).

En ambos trayectos, 10,7 kilómetros discurrirán bajo tierra, entre Caletillas y Güímar, así como 200 metros junto a la subestación de Candelaria y otros 495 hasta la del Porís, que también serán soterrados.

REE, que gestiona la red de alta y media tensión, invertirá en esta obra 47 millones de euros. Para su ejecución, ha solicitado autorización administrativa, la aprobación del proyecto y su declaración de utilidad pública.