La columna Churchill > Tinerfe Fumero

El estado de Canarias es malo, tirando a muy malo y con pinta de aún peor

Hoy, los representantes del pueblo canario debaten sobre cómo nos va, y la mayoría de los isleños ya se contentan con morar o residir por estos lares, que vivir, lo que se dice vivir, son más bien los menos. Nuestra gente anda con el pie quebrado, llenando comedores sociales y las colas en busca de empleo. Los antiguos benefactores, las cajas y los cabildos, o ya no existen o no están para ayudar a nadie, y el hada de Bruselas que nos doró con su maná se ha tornado ogro. Hasta la delincuencia se desespera y roba cables de cobre y tapas de alcantarillado, cuando no entra en tu casa mientras duermes y te pone un cuchillo en el cuello para despertarte. En la Sanidad sigue haciendo falta un amigo, y no hay niño que se eduque si sus padres no se implican. A la política le sigue faltando un manguerazo de eficacia y una rociada de legitimidad, para que por ejemplo renueven ese mapa municipal del siglo XIX o, sencillamente, que la gente recupere la fe en el futuro colectivo. La Justicia avanza tan lenta que casi nadie se percata, y hasta emigrar ya no es garantía de éxito. ¿Lo bueno? Nos matamos menos en la carretera, el ecologismo avanza abrumadoramente y, sobre todo, el canario sigue tranquilo. A pesar de que el estado de esta Nacionalidad augura tiempos de conflictividad social.

Como para que no haya

Lean junto a estas líneas la interesante entrevista con el director de la Refinería. Como aficionado al Ajedrez que es, Salvador García calcula con anticipación antes de tomar decisiones y nos ofrece un dato clave en este asunto de las prospecciones: el porcentaje de acierto es de un 15%. Para que luego no haya petróleo, doctor.

Rajoy-Correa

El ecuatoriano se asombra de lo injusto de la legislación española sobre hipotecas. Es de suponer que casi tanto como los canarios nos espantamos de cómo se explota en Ecuador a los trabajadores bananeros…