Ya era hora de que el Gobierno se implicara

Casi dos meses después del cierre de Spanair, el consejero de Transportes del Gobierno canario, Domingo Berriel, ha declarado que la desaparición de la referida aerolínea ha producido un uso “abusivo” y “desproporcionado” de la oferta y la demanda por parte de las compañías aéreas. En román paladino, lo que este periódico tardó un día en apuntar: los competidores de Spanair aprovecharon la coyuntura para encarecer abusivamente los billetes de avión. Es de suponer que su comentario es una advertencia por si la injusticia actual se prolonga hasta las vacaciones estivales. Él sabrá, pero como los dejen ya sabe lo que nos toca.

Lo que se parece Toulouse a lo que pasó en Madrid

El perfil de Merah, el asesino de Toulouse, es muy parecido al de los varios autores del 11-M. Delincuentes de poca monta marcados por el desarraigo que encuentran una razón para vivir, un leitmotiv, un grupo del que sentirse parte, en la violencia fundamentalista. Las autoridades francesas, como las españolas de entonces, tenían conocimiento de ese proceso de radicalización. Pero, claro, los políticos de aquí y de allí sólo toman decisiones cuando les conviene, ya sea personal o políticamemente.

Si la matanza coincide con las elecciones, igual se hace algo, oiga

Francia decide ahora declarar la guerra a la apología del terrorismo en la Red por lo mismo que España decidió entonces contratar intérpretes de árabe suficientes para la policía. Por conveniencia de sus dirigentes, fracasados en su misión de impedir sucesos como los descritos. Si quieren un buen consejo, atiendan al informe de Prevalencia de Trastornos Mentales en Centros Penitenciarios, que reveló la semana pasada que el 40% de los internos españoles padece algún tipo de trastorno psiquiátrico. ¿O habrá que esperar a qué otro enfermo cometa una nueva matanza y coincida con un proceso electoral?