La puerta del arte internacional

Jiri George Dokoupil dedicó varias obras a la lucha canaria, como la que muestra la imagen, realizada con la técnica del humo de la vela. | DA

SANTIAGO TOSTE | Santa Cruz de Tenerife

“Tuvimos la suerte de conocer a un puñado de artistas internacionales que comenzaban a hacer una obra muy interesante. En nuestra galería siempre hemos sido ambiciosos, así que sin dudarlo nos embarcamos en esta aventura que ha sido y es apasionante”. Así se expresa en esta charla con DIARIO DE AVISOS Ángel Luis de la Cruz, quien, junto a Lele H. Colomer, abrió el 28 de febrero de 1979 la Galería Leyendecker en Santa Cruz.

Pasadas más de tres décadas, los responsables de Leyendecker siguen adelante en su apuesta por los creadores emergentes y las vanguardias internacionales. Apuesta que ahora quiere por un momento echar la mirada atrás con 33 años después, una hora antes, una extensa exposición, dividida en dos partes, que comparte con el espectador la posibilidad de conocer a través de la mirada los elementos que articulan esta trayectoria, cómo fueron los inicios y cómo el devenir de creadores que ocupan hoy un lugar relevante en la historia de las vanguardias.

Este primer segmento de la exposición, que podrá visitarse hasta finales de abril, ofrece obras emblemáticas de un total de 11 artistas: Curtis Anderson, Gerhard Naschberger, Donald Baechler, Salvo, Mark Dagley, Andreas Schulze, Walter Dahn, Peter Schuyff, Jiri Georg Dokoupil, Rob Scholte y Martin Kippenberger. “La segunda, que va a tener un numero mayor de autores -precisa De la Cruz-, se inaugurará en mayo”.

El responsable de Leyendecker recuerda cómo la galería ha servido en múltiples ocasiones de puerta de entrada para el arte internacional en las Islas, y también en toda España. “La primera muestra de Kippenberger que se pudo ver en España fue aquí; una de las exposiciones más importantes del Museo Reina Sofía ha sido la de Alighiero Boetti, pues bien, este señor ya había expuesto en Leyendecker en 1989; trajimos a George Condo, que llegó a vivir en Canarias, cuando era ayudante de Dokoupil, hoy sus cuadros se venden en subastas por entre tres y cinco millones de euros…”, subraya De la Cruz.

De manera que Leyendecker ha estado siempre atenta a lo que ocurre en el mundo. Y como ejemplos, cabría señalar que en la década de los 80 sus paredes estuvieron a disposición de los jóvenes salvajes alemanes (Mülheimer Freiheit), con el propio Dokoupil, Naschberger, Boemmels, Kever…; del mismo modo que esta galería fue pionera en exponer a miembros del movimiento americano Neo-Geo o de la Transvanguardia italiana.

Un camino, pues, en medio de un paisaje muy atractivo. Y un itinerario, sobre todo, que está lejos de concluir.