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Las mujeres y la crisis>Román Rodríguez*

Las movilizaciones celebradas en Canarias este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, han sido mucho más numerosas que las de los años anteriores. Sus organizadoras, los grupos feministas y los colectivos de mujeres de los distintos sindicatos, coinciden en que en la última década no se había producido una respuesta tan significativa a la convocatoria.

Considero que han confluido varios factores. Entre ellos los efectos negativos sobre las mujeres de la actual crisis económica y de la reforma laboral convalidada este jueves por el Congreso de los Diputados con los votos del PP, CiU, UPN y Foro; y el rechazo global al conjunto de las políticas frente a la crisis que solo están generando más desempleo, más pobreza y más desestructuración social, así como el alarmante deterioro de los servicios públicos.

Pero también la respuesta a la contrarreforma conservadora del Ejecutivo de Mariano Rajoy que pretende limitar gravemente lo avanzado respecto a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

Desempleo

Con referencia al aspecto económico, la crisis está golpeando brutalmente al conjunto de la sociedad. Hasta ahora, el derrumbe del sector de la construcción había supuesto un mayor incremento del desempleo masculino, por la escasa presencia en el mismo de las mujeres. Pero ya ha comenzado, y se agudizará en este año 2012, el retroceso en el sector servicios. De esos 630.000 nuevos desempleados de aquí a fin de año que han anunciado los dirigentes conservadores españoles, fruto de las políticas de ajuste que continuarán aplicando acríticamente, una parte muy significativa serán mujeres.

De manera especial con la progresiva caída del empleo público, que no hará más que incrementarse a lo largo del año, por no cubrirse la tasa de reposición en las administraciones públicas (autorizada solo hasta el 10%, lo que ha llevado, por ejemplo, a la congelación de las oposiciones en educación), la eliminación de plazas de interinos y la pérdida de empleo entre el personal laboral de las administraciones, facilitada por la reforma.

Es el caso de los servicios sociales que perjudica doblemente a las mujeres: porque tiene una parte importante de la empleabilidad y porque los mismos les descargan de muchas tareas, como cuidado de enfermos, discapacitados y personas mayores, que las mujeres siguen realizando casi en exclusiva. En este sentido, hay que destacar que la decisión del Gobierno del PP de congelar en 2012 el desarrollo de la ley de la dependencia perjudica notablemente a las mujeres.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala en un interesante informe, Trabajo y Familia: Hacia nuevas formas de conciliación con corresponsabilidad social, que actualmente las mujeres comparten con los hombres el tiempo de trabajo remunerado, “pero no se ha generado un proceso de cambio similar en la redistribución de la carga de tareas domésticas. Tampoco se ha producido un aumento significativo en la provisión de servicios públicos en apoyo a estas tareas; ni se ha logrado reorganizar la vida social”.

En lo que se refiere al empleo, en Canarias, según datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al cuarto trimestre del año 2011, las mujeres ocupadas son 342.900 frente a los 420.600 hombres. La tasa de actividad masculina es del 69.37%, dos puntos por encima de la media estatal, y la femenina es significativamente menor, del 56,13%, aunque es tres puntos más que la media española.

En cuanto a la tasa de desempleo femenino, en el Archipiélago es del 31,43% casi un punto por encima de la masculina, y ocho puntos superior a la estatal (23,32%). Veremos como se comporta la EPA del primer trimestre de 2012, que conoceremos a final de abril, pero las previsiones son muy pesimistas y afectarán, de manera especial, al colectivo femenino.

Persisten, además, en Canarias, España y el conjunto de la Unión Europea las brechas salariales entre mujeres y hombres, situadas en torno al 22% a favor de estos últimos (diez puntos por encima de la media europea), según datos oficiales. Una brecha que se incrementa notablemente en los empleos a tiempo parcial, en los que las mujeres están más presentes, y que incrementarán su porcentaje con la reforma laboral. Para Emilio Olabarría, jurista y diputado del PNV, “la reforma elimina el derecho al permiso de lactancia; en los contratos a tiempo parcial, que en su mayoría corresponden a mujeres, permite al empresario obligarlas a hacer horas extraordinarias; y en la excedencia para cuidar a los hijos, se suprime la garantía de reserva del puesto de trabajo”.

El otro elemento aglutinador de la conmemoración del 8 de marzo ha sido el rechazo a los recortes de derechos de las mujeres que pretende llevar a cabo el Gobierno del PP, mediante una modificación legislativa que solo puede ser calificada de ultramontana.

Ley del divorcio

Aunque consecuente, hay que reconocerlo, con una derecha, la española, que en su momento votó en contra de la ley del divorcio; y que, mientras en países como Francia fue la derecha quien impulso una ley de interrupción voluntaria del embarazo, en España siguen manteniendo posiciones muy cercanas a la Conferencia Episcopal y en escasa sintonía con la realidad social.

Ahora ha sido el ministro de Justicia el que se ha inventado una “violencia estructural” contra las mujeres embarazadas, como disculpa para modificar la actual Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, que con su vigente sistema de plazos da mayores garantías jurídicas tanto a las mujeres como a los profesionales sanitarios, frente al modelo que quieren reinstaurar, el de los supuestos (riesgo grave para la salud física o psíquica de la mujer embarazada, violación o malformaciones en el feto) mucho más interpretable, mucho menos objetivo.

En definitiva, ya sea por la crisis económica y las equivocadas políticas que se vienen aplicando frente a la misma, y que afectan de forma singular a las mujeres; ya sea por la ola ultraconservadora que impulsa un PP que cede a las presiones de los sectores más integristas de la sociedad; ya sea por la pervivencia de lacras como la violencia de género, el tráfico y la explotación de mujeres y niñas… hoy se hace más imprescindible que nunca renovar el compromiso por la igualdad de derechos y por la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

*Presidente de Nueva Canarias y diputado en el Parlamento autónomo