ÁNGELES RIOBO | Santa Cruz de Tenerife

Probablemente con este reportaje muchas mujeres le pongan cara a la autora de esa cruz de grandes dimensiones, piedras semipreciosas y perlas, que tienen guardada en su joyero. La protagonista de hoy es Magdala Machado, diseñadora y propietaria de la firma de alta bisutería tinerfeña Magdala-Bijou.

De 43 años y madre de una niña de 11, con 21 años marchó de Tenerife a Londres en busca de formarse y poder encauzar su creatividad. Hoy ha creado una de las firmas de alta bisutería más importante de las Islas y también reconocida a nivel nacional e internacional.

Magdala Machado afirma que le apasiona crear y que cuando le llega la inspiración es imparable. “Hay días que no estás nada inspirada, pero hay otros que, cuando te llega, no puedes parar de crear. El subidón de adrenalina es increíble”, afirma esta joven tinerfeña que luce sus propios diseños para este número.

-¿De dónde viene su nombre, que a la vez ha utilizado para su firma comercial?

“Magdala es mi nombre original. Aparece en el Nuevo Testamento. Se dice que María Magdalena realmente se llamaba María a secas, pero para no confundirla con la Virgen María le cambiaron el nombre. Como venía del pueblo de Magdala, pues pasó a ser María la Magdalena”.

-¿Cómo fueron sus comienzos? ¿Por qué se dedicó a la bisutería?

“El mundo del diseño me atrajo desde siempre. Con 20 años comencé a buscar lugares para formarme en esa rama y di con una escuela de diseño en Londres. Más tarde estudié Diseño de Modas en el Instituto Marangoni de Milán. De vuelta a Tenerife monté un taller de ropa. Mi contacto con la bisutería llegó años más tarde, cuado destinaron a mi marido a Egipto y me fui con él. Desde allí realizaba collares y pulseras que vendía a mis amigas cuando venía a Tenerife. Una vez en la Isla Tenerife Pearl me contactó para diseñar para ellos. En este tiempo comencé a hacer unas cruces que tuvieron gran aceptación y que hoy se han convertido en el símbolo que me identifica. De hecho, el año pasado tuve que registrarlas para preservar la autoría. En 2007 me establecí por mi cuenta y comencé con mis propias producciones”.

-¿Su producción de se realiza en Tenerife?

“Sí, mi taller está en Santa Cruz. Tengo a dos personas empleadas y yo, que por las mañanas trabajo allí, y por las tardes me dedico a toda las cuestiones de logística y administración. La ventaja de la bisutería frente a otro tipo de productos es que es más fácil de gestionar. La puedes hacer aquí, no hace falta una gran maquinaria ni tener que buscar talleres de fuera para confeccionarla. De hecho, en un primer momento, como buena amante de los complementos, pensé en hacer bolsos, y de hecho tengo diseñada una colección, pero vi que era muy complicada esta actividad. Los bolsos no han pasado del papel…”

-¿Por qué gustan tanto sus cruces?

“Pues no sé exactamente por qué es. También hago collares, pulseras y pendientes. Mis piezas no son ni bisutería ni joyería, porque no llevan oro ni plata. Son alta bisutería porque llevan piedras semipreciosas. Es una combinación de las dos cosas”.

-¿De dónde surge su inspiración?

“La inspiración me viene de repente. Puede llegarme caminando por la calle u observando la naturaleza. Me fijo sobre todo en los colores y en sus combinaciones. Por ejemplo, una flor junto a otra o un loro. Algunos tienen las combinaciones de colores más insospechadas. Ves esos colores y dices que bonito sería usarlos en una colección”.

-¿Y qué hay de los materiales?

“En cada colección empleo distintos materiales traídos desde China hasta la India. Tengo muchos contactos allí a raíz de mis viajes y asistencias a ferias de todo el mundo. Tengo proveedores en China e India. Por fortuna, ya no me hace falta viajar a esos sitios para adquirir material, sino que lo hago a través de internet. Esta colección de primavera verano tiene dos líneas bien diferenciadas, una en tonos tierra y con el cuero como material principal junto a perlas y metales, y otra, más colorida, que combina hilos de satén enlazados en piezas de swarovski metal y piedras semipreciosas con conchas peces y perlas, recordando al mar ”.

-¿Para qué tipo de mujer son sus diseños?

“Cuando empecé mis creaciones estaban más enfocados a señoras de 40, a pesar de que yo era más joven; pero ahora lo he enfocado de una manera más juvenil y colorida, aunque también minimalista. Hay para todos los gustos”.

-¿La crisis afecta a las ventas?

“A pesar de la situación, el mercado de la bisutería está bien pero con la crisis, hay otras muchas profesiones que se han resentido y mucha gente ha comenzado a dedicarse a elaborar piezas de bisutería. Por lo tanto hay más competencia con personas que no se han establecido de manera legal”.

-¿Vende fuera de las Islas?

“Principalmente vendo en Canarias y la verdad es que, para haber empezado desde cero, estoy contenta de poder vender en la Península y en distintos puntos del mercado internacional como Autralia, California, Turquía, Italia, Francia y Bélgica. El problema es que estar presentes en las ferias internacionales es caro porque son muchos gastos, pero hay que arriesgar porque uno nunca sabe dónde va a estar el dinero”.

-¿Cree que existen suficientes ayudas para los emprendedores?

“Creo que debería de haber más apoyo por parte de las instituciones, no solo a nivel económico sino más que nada logístico. Por ejemplo, en Canarias se nos hace complicado exportar. Además de los impuestos, muchas veces nuestra mercancía se queda un mes retenida en las aduanas, con la factura y la documentación en regla, y los clientes esperando. Creo que esto habría que cuidarlo más si queremos avanzar. A pesar de las dificultades, la firma Magdala Bijou se vende fuera, pero a gente que realmente le gusta el producto, pero da rabia, porque es una situación que frena mucho las ventas”.

-Su compañera de profesión, la también tinerfeña Marta Moore, acaba de ser galardonada en París.

“Me parece genial que una diseñadora canaria haya llegado a ese nivel. Eso nos debería de enorgullecer a todos. Aprovecho y desde aquí le mando un beso a Marta y un saludo afectuoso para Tenerife Moda, por el apoyo”.

-Los entendidos suelen destacar el alto sentido estético de los canarios…

“Yo lo que veo es que aquí como tenemos el sol hace que nos desprendamos más de la ropa y nos exponemos más a mostrar nuestro cuerpo. Esto hace que las personas intenten verse bien. Yo lo noto mucho con los colores, sé que ante dos piezas, una más colorida y otra menos, las canarias y las sudamericanas se van al color, sin embargo las de la Península eligen los diseños más austeros y minimalistas”.

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Yurena Cazorla, make-up artist, se ha encargado del maquillaje de la creadora de alta bisutería tinerfeña Magdala Machado. Yurena ha resaltado la belleza canaria de nuestra protagonista con un maquillaje natural en tonos tierra.

Magdala-Bijoux es la firma de Magdala, que en esta imagen lleva una de sus identificativas, las cruces. Suelen ser de pasta con incrustaciones de cristal de swarovski, piedras semipreciosas y perlas. En esta ocasión luce una color champán con una turquesa en el centro. Esta sesión fotográfica se ha desarrollado en las emblemáticas instalaciones del Hotel Aguere, en La Laguna.

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