santa cruz >

Martín: “La posibilidad de desarrollo es mayor ahora”

José Ángel Martín. / DA

NATALIA TORRES | SANTA CRUZ DE TENERIFE

El fuera de ordenación ha copado, y lo sigue haciendo, la mayor parte de la información que se deriva de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGO) de Santa Cruz. Más de 80.000 vecinos afectados y 1.500 edificios justifican, sin duda, esta atención mediática. Pero el PGO también afecta a numerosos aspectos del planeamiento futuro de la ciudad, entre ellos cómo proteger el suelo rústico, cuáles serán las bolsas de suelo urbanizable o qué hacer con el suelo industrial.

El 80% del suelo de Santa Cruz está clasificado como suelo rústico, un porcentaje que obedece a que en él se incluye el suelo protegido del Parque Rural de Anaga. Si nos trasladamos a las zonas más urbanas, “hay poco suelo rústico que se compute como tal”, explica Fermín García, arquitecto de la Gerencia municipal de Urbanismo. “En el nuevo plan, el 81,57% es suelo rústico, lo que supone un incremento de dos puntos respecto al anterior”, añade el arquitecto.

El motivo de este aumento está en que “hay unas necesidades y obligaciones de cumplimiento de servidumbre en torno a las infraestructuras viarias que se proponen, y que deben ser clasificadas como suelo rústico. Esa reserva es lo que hace que aumente”, explica el edil de Urbanismo, José Ángel Martín.

En el nuevo planeamiento, tal y como detalle el concejal responsable, la suma del suelo urbano y el urbanizable decrecen con respecto al actual PGO e, incluso, señala que, ante las voces críticas que hablan de paralización de la ciudad ante la imposibilidad de construir, “curiosamente el suelo urbano y urbanizable y, por tanto, las posibilidades de desarrollo de la ciudad, son más grandes en el plan vigente que en el que viene, en el que hay una reducción, no significativa, pero la hay”. Concretamente, el suelo urbano -según la nueva modificación- pasa a ser del 15,56%, lo que supone un crecimiento de diez décimas con respecto al anterior planeamiento, mientras que el urbanizable representa el 2,87%, unos dos puntos por debajo del plan en vigor. Sumando ambas cantidades da un total de un 18,43% del total del suelo.

Los datos de la revisión del PGO señalan que el área de Salud-Ofra es la única que no cuenta con suelo urbanizable ya que todo su suelo es calificado como suelo urbano. En esa división, como es lógico, la zona de Anaga es la que menor número de metros cuadrados urbanizables cuenta: 54.929, y como también es conocido, la localizada en el distrito Suroeste es la que más suelo de estas características presenta, unos tres millones de metros cuadrados.

Suroeste

Es precisamente en esta área de la ciudad donde también se concentra parte de la actividad agrícola, sin contar la desarrollada en Anaga, que ocupa unos cuatro millones de metros cuadrados. La convivencia entre ambas tipologías es algo que el PGO también debe regular. “Está claro que la zona de La Gallega es el núcleo de expansión de la ciudad”, admite Martín, “y lo que estamos barajando es darle al suelo rústico que allí se encuentra la calificación de suelo urbanizable no sectorizado diferido”.

La consecuencia práctica, asegura Fermín García, es la misma en cuanto a los uso del suelo rústico. Esto supone que el uso urbano y el agrícola son compatibles en la zona y según afirma el concejal de Urbanismo, “mientras podamos compatibilizar ambas cosas seguirá siendo así”. Añade Martín que “si en los próximos años existe una demanda real en cuanto a la necesidad de suelo agrícola procederemos a darle esa protección, pero hasta ahora no ha pasado”. En cuanto al suelo industrial, la ubicación de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) es uno de los múltiples quebraderos de cabeza de Urbanismo. Su ubicación inicial, en el Suroeste, ha dejado de ser factible. “Localizar la ZAL en el suroeste permitía la instalación de industria semipesada muy cercana nuevamente a la expansión urbana de la ciudad y se corría el riesgo de cometer el mismo error que con la refinería”, defiende Martín.

La nueva ubicación aún no está decidida pero el concejal de Urbanismo tiene claro que ante la demanda de suelo industrial, “tenemos que profundizar en el concepto de la ZAL y buscar la forma de hacer compatibles los de usos industriales con los residenciales para poder dirigir la industria a suelo identificados dentro del propio planeamiento”.

[apunte]

Núcleos rurales

El nuevo PGO establece cinco asentamientos rurales exteriores al Parque Rural de Anaga. Se trata de Igueste de San Andrés, La Cardonera Alta, Lomo de Las Casillas, El Tablero y El Centenillo. Como explica José Ángel Martín, “estos asentamientos no se planifican, se incluyen en el PGO porque existen”. El concejal de Urbanismo reconoce que la planificación del futuro de estos núcleos le preocupa porque “no podemos ampliarlos al ya estar acotados por ley y la Cotmac no nos lo permite. Ahora hay muchas personas que quieren quedarse pero sin posibilidad de crecer, no se puede regenerar estos asentamientos”.

[/apunte]