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‘Numerus clausus’ > Jorge Bethencourt

Me lo dijo Pérez, que estuvo en Mallorca (mientras se presentaba el informe PISA en Canarias), que le parecía muy pertinente que la consejera de DesEmpleo, Margarita Ramos, considere que doce millones de turistas son mucha carga para Canarias. Porque hay que ver lo que gasta esa gente en agua y electricidad, el impacto que tiene el casi medio millón de plazas turísticas sobre el territorio y el efecto invernadero que causan los motores de los aviones y guaguas sobre los límpidos aires de las Islas.

Está el pequeño detalle de los miles de millones que ingresa la balanza comercial de Canarias gracias al turismo, que representa más del treinta por ciento del PIB canario (más de 12.000 millones de euros). Es un hecho que sin esa renta nos comeríamos los mocos. Pero eso no es obstáculo para que alguien pueda plantearse, así sea como reflexión intelectual, dónde están los límites para un sector de éxito.

De hecho el Gobierno de Canarias ya decidió poner freno al crecimiento turístico con su famosa moratoria. Una norma que consiguió poderosos efectos en el sector. Primero, favorecer a los que ya estaban, al cerrar la entrada de nuevos competidores. Segundo, promover el latifundio de suelo turístico al concentrar en pocas manos propiedades con desarrollos congelados cuyos promotores no podían sostener los costos de los créditos. Tercero, acelerar proyectos que se adelantaron a la moratoria para ponerse en el mercado antes de que les cayera la guillotina. Y cuarto, practicar el darwinismo económico ya que no hubo moratoria para los realmente poderosos. Es decir que hicimos un pan como unas tortas.

Hoy por hoy eliminar de la ecuación de Canarias la venta de servicios turísticos es una imposibilidad práctica. Así que lo que plantea Margarita Ramos es como hacer un sudoku. Un entretenimiento. Pero si tenemos en cuenta que no tenemos riquezas naturales, ni terreno para una agricultura intensiva, ni agua abundante, ni materias primas disponibles, ni recursos energéticos…, y le añadimos que estamos, a los efectos del mercado europeo, donde el diablo perdió los cuernos, pues me da que la digresión intelectual de la consejera sugiere que en el Gobierno vuelven a ver brotes verdes por algún sitio y se los fuman y encima no invitan. El presidente pidiendo que quiten las tasas y la consejera diciendo viene mucha gente. Tenemos paro, pero no será porque el personal no se pueda colocar.

Twitter@JLBethencourt