VICENTE PÉREZ | Arona
La bicicleta es un medio de transporte no contaminante, gratuito, saludable, asequible a todo el mundo y no consume espacio. La escarpada orografía de Tenerife – atractiva en cambio para el ciclismo de montaña- ha sido un factor que ha jugado en contra de los carriles-bici para la población en general, pero hay comarcas cuya costa, relativamente llana, o menos montañosa, tiene el clima y el relieve ideal, como es el caso de toda la franja costera de San Miguel de Abona, Granadilla, Arona y Adeje. A ello se une que cada vez hay más turistas que practican el ciclismo.
Así lo explica Rubén Fuentes, miembro de este colectivo espontáneo de ciclistas que cada último domingo de mes celebran en Arona -y cada primero de mes en La Laguna- una bicimanifestación o también llamada masa crítica, cuyo objetivo, primero, es pasar un buen rato de pedaleo y, de paso, hacer una llamada de atención a los políticos para que creen las condiciones mínimas necesarias para la utilización cotidiana de las bicicletas de una forma cómoda y segura.
Precisamente hoy, a las 11.00 horas, se celebrará una de estas marchas reivindicativas y que partirá de Las Galletas, en la plaza principal, frente al centro cultural de este barrio de Arona, para continuar hasta Costa del Silencio y retornar al punto de partida, un recorrido llano y cómodo de unos 5 kilómetros. “Pueden participar ciclistas de todas las edades, incluso niños, porque es un tramo fácil e iremos a una velocidad muy suave”, explica este joven ingeniero, que en ningún caso quiere erigirse en organizador o líder de este movimiento, pues se trata, dice, de un acto social espontáneo.
Estos ciclistas proponen, por ejemplo, un carril bici desde El Fraile hasta Las Galletas, o que las zonas urbanas de este barrio, Ten-Bel y Costa del Silencio sean declaradas Zonas 30 (con velocidad máxima permitida de vehículos motorizados no superior a 30 kilómetros hora, y con referencia de la bicicleta frente al coche). Iniciativas que, en todo caso, podrían adoptarse en otros núcleos del Sur, y con vías exclusivas para ciclistas de carácter comarcal.
Otra medida nada costosa para las arcas públicas consistiría en habilitar aparcamientos para bicicletas, “adaptados a cada entorno, incluyendo las estaciones de guaguas, de modo que, con esas condiciones, podría haber personas que combinaran el transporte público con la bici si sabe que en la estación de Titsa puede dejar su bicicleta sin temor a que se la roben”.
Rubén Fuentes toma el ejemplo de algunas ciudades y países europeos donde tienen claros los beneficios de este medio de transporte: “En Amsterdam, el 80% de la población usa la bici, y eso que allí hay nieve y bajas temperaturas, pero aquí, en parte del Sur de Tenerife, tenemos una costa con unas condiciones orográficas y temperaturas excelentes, y no apostamos por la bici, a pesar además de que muchos miles de turistas practican ciclismo”. Añade que en “Vitoria, Sevilla y Barcelona han visto los beneficios sociales, económicos y de salud de la bici, y han apostado por este medio de transporte”.
Algunos ayuntamientos de la comarca tienen en mente proyectos en este sentido, pero aún no se ha sustanciado ninguno. Este joven ciclista recuerda que “en el anterior mandato el de Granadilla tenía el proyecto de un carril bici entre Granadilla y Los Abrigos, pero parece que en la actualidad ya no tiene interés en sacarlo adelante”.
Y por eso han surgido estas pedaladas de ciudadanos anónimos que buscan que el mensaje vaya calando, conscientes de que “no se trata de proyectos en general muy costosos, sino sobre todo de que haya voluntad política para hacerlos”.