crítica>

Soldados de España>Joaquín Castro

En el palacio de Capitanía General de Canarias se exhibe la exposición titulada Soldados de España, en la que podemos ver un conjunto de uniformes militares de todas las épocas, colorido y vistosidad, con la explicación de su uso, tanto en las milicias de España como en Filipinas, Cuba, Ceuta y Melilla. Le acompañan una buena y extensa colección de cuadros, litografiados en tela y otras técnicas, de los originales de colecciones particulares, museos y galerías de arte. Su autor es el pintor catalán Augusto Ferrer Dalmau (Barcelona, 1964).

Se considera autodidacta, aprendiendo en sus visitas a museos y exposiciones, aunque ya desde pequeño sentía gran afición por el dibujo. Es heredero del realismo pictórico catalán del siglo XIX, y de los movimientos realistas del XX. Como todos los pintores, comenzó tanto en la acuarela como en el óleo, pintando paisajes y arquitectura de las ciudades, pero llegó el momento en que se decidió por llevar a sus soportes temas militares. Lleva diez años dedicándose a este tipo de pintura, y se ha dicho de él que “es el mejor pintor de batallas”, poseedor de un gran realismo, ya que antes de decidirse a pintar estudia concienzudamente los rostros, los uniformes, la caballería y las armas.

En esta exposición podemos ver 60 reproducciones. Por su sensibilidad, me llamó la atención el que dedica a la despedida de una madre cuyo hijo va a la guerra, ya en su caballo. Escenas de la guerra, haciendo hincapié en un cuadro que le encarga Arturo Pérez Reverte, de una batalla que tuvo lugar en 1643, hoy de su propiedad. Junto a este cuadro, principal de la exposición, se encuentran expuestos los dibujos que le valieron al autor para la realización de esta batalla. Por su vistosidad, colorido, realismo y grandiosidad, fue titulado Rocroi, el último tercio.

Ferrer Dalmau se encuentra afincado en Valladolid, y se considera heredero de Cusachs. Posee un estilo propio, dentro de una rica paleta plena, sacándole provecho a cada instante de lo que intenta llevar a su cuadro, en su justa medida y dentro de sus límites. Para resaltar y completar el pasado militar, usa los viejos uniformes sobre los que se asientan los personajes que plasma. Controla el color con la fuerza, al mismo tiempo su pasión, consiguiendo el impacto y la calidad pictórica.

Hay que destacar que los uniformes del ejército español son propiedad de la Asociación Retógenes de Amigos de la Historia Militar. Las fotografías Boinas Verdes en acción son del general Vicente Bataller, que el pintor representa en un cuadro, a caballo, y en el fondo, el Peñón de Gibraltar.

Con motivo de esta exposición y la oportunidad de visitarla, es importante al llegar al salón del trono, mirar con detenimiento el techo, pintado por nuestro gran artista Gumersindo Robayna (13 de enero de 1829), por encargo del capitán general Valeriano Weyler y Nicolau, Duque de Rubí. Siguiendo a la doctora María del Carmen Fraga, el autor recurrió a una iconografía simbólica del Estado. A cada lado presenta cinco escudos flanqueados por figuras alegóricas. Trabajó con pintura al temple, añadiendo su firma y la fecha de 1881, además las grandes iniciales V y W, que identifican el nombre de Valeriano Weyler.

Exposición importantísima de visitar por los grandes recuerdos militares, encerrados en las batallas y acontecimientos históricos, que Augusto Ferrer Dalmau nos da a conocer en sus cuadros de realismo extraordinario, pertenecientes a los movimientos realistas del pasado siglo.