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Una menor denuncia que su padrastro la violó desde que jugaba a las muñecas con 11 años

EFE | Las Palmas

Una menor ha denunciado hoy ante la Audiencia de Las Palmas que su padrastro la violó en tres ocasiones, la primera a los 11 años, cuando estaba en su habitación jugando a las muñecas, mientras que el procesado ha dicho que “jamás” lo hizo y que “nada de lo que cuenta” ella es cierto.

El acusado se enfrenta a una pena de 15 años de cárcel, según la petición de la fiscal y de la acusación particular, si bien su defensa pide su absolución porque sostiene que los hechos fueron denunciados años después de que sucedieran y son mentira, como también ha afirmado la madre de la menor y pareja aún del procesado.

El procesado ha asegurado que siempre se comportó como un padre con la menor, quien le quería “muchísimo” hasta que surgieron problemas entre ambos a raíz de la relación sentimental que inició con un chico cinco años mayor que ella y que motivó la denuncia porque no le permitía estar con él, según ha añadido la madre, quien declaró tras jurar ante una biblia que sacó de su bolso.

La víctima ha explicado que el acusado la violó por segunda vez a los 14 años y que la tercera ocurrió meses después, y que en las dos primeras la golpeó y ató de “pies y manos” a la cama.

Además, ha afirmado que le insultaba y que le obligaba a ver vídeos que había grabado mientras mantenían relaciones sexuales con su madre para que viera “lo puta que era”, y ha indicado al tribunal que en su casa se vivían situaciones de “extrema violencia”.

Las dos hermanas mayores de la víctima, que cuando ocurrieron los hechos ya no vivían en el domicilio familiar, han afirmado también que la pareja de su madre era una persona violenta, y tanto la hermana pequeña como la mayor han coincidido en que su progenitora “siempre ha tapado lo que ocurría en su casa”.

Un perfil que no se corresponde con el que describe el perito que elaboró un informe psicológico por encargo de la defensa, según ha señalado el experto al tribunal, pues ha relatado que el acusado ni es un maltratador ni un agresor sexual, y que tanto éste como su pareja son “gente sana”.

Sin embargo, las peritos de la acusación que elaboraron el informe de la menor sobre estos hechos ocurridos entre los años 2005 y 2009 en el domicilio familiar, en Fuerteventura, han manifestado que la versión de la joven es “creíble y compatible con los hechos denunciados” y que además sufre un “estrés postraumático muy difícil de simular”.

En su declaración ante el tribunal, éstos han indicado que “la huella psíquica” que presenta la menor es compatible con los hechos denunciados” por ella, quien ha indicado que nunca contó nada de lo sucedido a su madre porque pensaba que no le iba a creer.

Además, ha manifestado que el acusado la había amenazado con matar a su madre y a su hermano mayor, y que reveló los hechos a su novio, casi un año después de la última violación, para evitar que rompiera la relación, pues sentía que era la única persona que le podía proteger.

Entonces, por indicación de su novio, se lo contó a sus dos hermanas mayores que viven en Madrid, donde desde entonces reside también la víctima, quien ha declarado a través de videoconferencia al tribunal, al igual que sus hermanas y que las terapeutas sociales que las han tratado.

La terapeuta que aún continúa tratando a la más pequeña, ha explicado que la menor sufre estrés postraumático, insomnio y dificultades para relacionarse con hombres mayores de 50 años, entre otras secuelas, y ha insistido en que su relato es verosímil y coherente.