opinión >

Unipol > Sergio García Cruz

El debate está servido: ¿Unipol sí? ¿Unipol no? Esto último es un despropósito. Recapitulemos:

La seguridad es un bien social de gran valor y la policía su máximo exponente de garantía. Santa Cruz de Tenerife es una ciudad que ronda los 230.000 habitantes censados, a los que hay que añadirles la población flotante. A partir de los años 90, se produce, de manera paulatina, una merma de efectivos policiales del Cuerpo Nacional de Policía. Transcurren los años y las plazas que se van convocando son escasas y de poca cuantía. Esta situación se mantendrá durante varios años.

En el año 1993, se crea, con base en Las Palmas de Gran Canaria, la X Unidad de Intervención Policial (UIP), cuyo ámbito de actuación será principalmente las provincias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. Es recibida como “agua de mayo”, y los policías que la integran comienzan a desempeñar múltiples funciones: intervención en espectáculos públicos y manifestaciones, un excesivo número de servicios durante los fines de semana, apoyo constante en materia de seguridad ciudadana en las comisarias de las islas más orientales, etc. Acaban desbordados, en unas canarias con ansias de seguridad. A todo esto se le une un Club Deportivo Tenerife que se encuentra en su máximo auge de euforia. Así transcurren los años, y la demanda poblacional de que se cree una UIP con base en Santa Cruz de Tenerife no se satisface.

Se acerca el fin del milenio y la llegada de inmigrantes rebasa todos los límites. Los policías de las islas orientales se verán desbordados y la UIP es absorbida por el fenómeno. Mientras tanto, Santa Cruz de Tenerife, principalmente por su elevada población, sigue necesitando y demandando una unidad de intervención policial con presencia fija en la isla, que esté disponible de una manera permanente e inmediata, algo complicado de tener cuando somos islas y la UIP de Canarias tiene su base en la otra provincia. Por fin, llegado el año 2001, se establece la UIP en Tenerife, que sufrió el mismo fenómeno absorción que la establecida en Las Palmas de Gran Canaria, si bien, en el año 2008, se aumentarán los efectivos en esta provincia, principalmente para dar respuesta al fenómeno de la inmigración ilegal, que ya se extiende a las islas occidentales.

Con la entrada del año 2000 comienza a gestarse por parte del Ayuntamiento la creación de una unidad de intervención policial, dando sus frutos en el año 2004 con la creación de la Unipol y, aunque su puesta en escena fue un tanto ostentosa, se dio con ella respuesta a las demandas constantes por parte de la población de una mayor presencia policial en las calles. Las funciones que les encomienda el Decreto del 2010 son muy diversas: van desde la prevención, mantenimiento y restablecimiento de la seguridad hasta las labores de salvamento y seguridad de los bañistas en las zonas de baño de este término municipal.

En cuanto a su disolución, está claro que es una incongruencia. Santa Cruz, por necesidad y población, necesita de una unidad de estas características. Sí es cierto que el CNP cuenta con una, pero su ámbito de actuación, aunque no exclusivamente, es preferentemente provincial. Por tanto, no podemos dejar a esta ciudad sin una unidad de intervención más localista como la Unipol. Otra cosa bien distinta es que necesite de una restructuración, de unos objetivos claros, más acorde a las necesidades. No hay que olvidar que este tipo de unidades deben dar respuesta a situaciones tensas de delito en casos en los que lo normal no es suficiente y responder rápidamente a niveles anormales de delincuencia y violencia pública, con un despliegue más centrado en áreas identificadas, para hacer frente a la delincuencia, entre otras cosas.

www.sergiogarciacruz.com