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Recuerdos de un genio aurinegro

JUANSE S. SÁNCHEZ | Santa Cruz de Tenerife

Cabrera se dispone a anotar entre Margall, Andrés Jiménez y Greg Stewart, en un duelo frente al Joventut. / DA

El Iberostar Socas Canarias ha hecho feliz a mucha gente con esta espectacular temporada que culminará el domingo con el ascenso a la Liga ACB. Carmelo Cabrera, su buque insignia durante los mejores años de la historia de la entidad aurinegra no iba a ser menos. El base, grancanario de nacimiento, lagunero de adopción, Vivirá este fin de semana una experiencia que le trasladará casi 30 años atrás cuando se vistió por primera vez de aurinegro y comenzó a labrar la leyenda de un jugador inolvidable en un club inolvidable.

“Este Canarias me recuerda mucho al de mis tiempos porque tiene el mismo espíritu que teníamos nosotros”, admite Cabrera, que formó parte del equipo que logró el último ascenso a la Liga ACB en el granadino pabellón de Albolote en un partido contra el Oximesa. “Aquello fue tan histórico que cuando volvíamos en el avión a Tenerife la Cadena Ser llegó a hablar con el piloto que nos traía de vuelta a casa”, relata Cabrera, que el domingo comentará el partido para la Televisión Canaria y que no quería perderse la fiesta aurinegra.

Haciendo un repaso por sus años de aurinegro, el exjugador del Real Madrid, Valladolid y Canarias, además de la selección española, recuerda que “yo llegué tras el primer ascenso para jugar en un equipo donde estaba el gran Larry McNeill, pero ese año no ganamos más que cuatro partidos y descendimos perdiendo hasta seis partidos por un punto de diferencia”, relata Cabrera que se sorprende al conocer que el Canarias también sumó dos empates antes de que la FIBA acabara con las igualadas e instaurara las prórrogas.

Cabrera también tuvo mucha parte del culpa en la abolición de los alley oop por parte del máximo organismo del baloncesto mundial. Él y Nate Davis marcaron una época en el Miñón Valladolid ejecutando esa jugada que hasta el momento no se veía en las pistas españolas. En el Canarias, Cabrera encontró muy buenos aliados, tanto o más que Davis.

“Mcneill tenía muchísimo talento y Eddie Phillips era un pura sangre con dos caras, la amable y tranquila de fuera de la cancha y la que mostraba dentro de la cancha en la que se transformaba y era capaz de matarte”, explica Cabrera de un jugador al que vio “perseguir a Manolo de las Casas por las gradas del Luther King” y con el que tuvo un encontronazo en un entrenamiento que se saldó con un duro golpe en la espalda del grancanario, que abandonó la sesión con una mezcla de dolor, indignación e impotencia después de que el fallecido Pepe Cabrera mirara hacia el otro lado cuando le fue a preguntar si había visto la acción de Phillips. Al día siguiente, el de Alabama fue detenido por su famoso incidente en una discoteca de Las Américas en la que disparó su nueve milímetros.

Cabrera, con el mítico Mirza Delibasic. / DA

El grancanario mantiene muy fresca su memoria para recordar que fue el propio Phillips el que se comprometió después del último ascenso para incorporar a la escuadra lagunera “a un hombre de su confianza y que iba a ser su complemento ideal, según decía el mismo Eddie”. El de Alabama no se equivocó con Mike Harper, con el que formó una dupla extraordinaria, mucho mejor que la que formaron dos años atrás Jeff Jenkins y un Peter Budko al que debió advertirle muchas veces que tuviera cuidado de no romper los tableros con los tiros libres que lanzaba en suspensión y contra tabla. “Nosotros éramos un club muy modesto y no podíamos permitirnos gastos innecesarios”, señala el ex aurinegro entre risas.

Cabrera defendió la camiseta de un Canarias “que nunca tuvo que abandonar la ACB porque este club y esta afición son de la máxima categoría” y que se ve reflejado en el equipo que entrena Alejandro Martínez porque “encarna el espíritu verdadero de los colores aurinegros al cien por cien”. “Este Canarias ha hecho una temporada impecable, es líder incuestionable y el auténtico rey de la categoría y este domingo nos hará disfrutar de una fiesta inolvidable, como las de antes”, sentencia el genio grancanario.