J. F. JURADO | Tegueste

“Mi ilusión es vender el vino aquí, en Tegueste”. Pablo López Betancort no es un viticultor al uso. Su producción, además de contar con el sello ecológico, también responde a la categoría de natural; esto es, obtenida con la mínima intervención posible, tanto en el cultivo como en su elaboración. Una doble característica diferencial que le ha permitido llevar sus Vinos Blessed a la Península, Reino Unido e incluso Estados Unidos, y que ahora busca su hueco en el mercado de proximidad.

Formado en la Universidad de Burdeos, en Francia, López Betancort, cuenta en la zona del El Lomo-La Padilla con el mayor viñedo ecológico del Norte de la Isla. Cinco hectáreas de cultivo de uva, con la que ya suma tres vendimias y logró en 2011 producir 4.200 botellas de tres tipos de vinos. Asegura que en Tegueste ha encontrado las condiciones idóneas para vivir en familia y dar salida a su profesión. “Elegí Tegueste por casualidad y he acabado enganchándome a este lugar. Sobre todo, por su gente; son una pasada”, afirma este grancanario de ascendencia peninsular y afincado durante muchos años en La Laguna.

Pablo López Betancort pertenece a la nueva generación de viticultores, un profesional con alta capacitación que, sin embargo, prefiere el cultivo tradicional a las nuevas tendencias: “Para trabajar con criterios ecológicos, hay que volver a los orígenes”. Su objetivo es convertir sus viñedos en un referente de sostenibilidad. Está convencido de que hay futuro para Tegueste en el enoturismo y quiere contribuir a ello, abriendo su finca a los turistas y ejerciendo la venta directa de su singular producción.