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Una vecina protesta desde el domingo ante las obras del hospital del Sur para pedir su terminación

Consuelo Alayón, junto al coche donde hace su protesta y donde duerme desde el domingo, en El Mojón. / DA

VICENTE PÉREZ | Arona

Prometió hacer más actos de protesta, y, a los 66 años, lo ha cumplido. Con este van ya 15 por distintas causas, pero siempre para reclamar mejores servicios públicos. Consuelo Alayón, empresaria de Las Galletas, emprendió el domingo una nueva protesta ante las obras del complejo sociosanitario y hospitalario del Sur de Tenerife, que se construye en la zona de El Mojón (Arona).

“Yo no quiero que me admiren o me apoyen, es la gente del Sur la que tiene que apoyarse a sí misma por dignidad y salir a la calle a reivindicar aquello a lo que tiene derecho; se están riendo de nosotros con tantos retrasos para un hospital público”, clamó, indignada.

Su coche está empapelado de carteles que anuncian la manifestación del próximo sábado, día 21, a las 16.00 horas, en Los Cristianos, convocada por el Foro Cívico del Suroeste para que se aceleren las obras de este centro.

Consuelo comenzó su acampada el domingo pasado, aún sin salir el sol, a las 6.15 horas, cuando aparcó su coche junto a una de las puertas de entrada a las obras, a pocos metros del centro de atención especializada (CAD), que lleva años en módulos prefabricados, y cuya ubicación definitiva será la primera planta del hospital. “Empecé de madrugada porque a esa hora nació mi hijo mayor, y es una promesa que tengo por él; el vigilante me llamó la atención, y me dijo que me tenía que quitar de la entrada de la obra, que la obra no era mía, y yo le respondí: ¡Yo soy la obra, yo y todos los vecinos del Sur!”, cuenta esta mujer famosa por su coraje con lo que considera injusticias.

Tiene problemas de salud, y por ello, en plena huelga, tuvo que ausentarse para recibir atención médica, y luego volvió a El Mojón. Se queja de que, en algunos momentos, no han parado de pasar agentes (de la Policía Nacional, de la Guardia Civil y, especialmente, de la Local), y que a los guardias municipales se negó a mostrarles el DNI, pues “estaba dentro de mi coche, sin cometer infracción ni delito”.

Consuelo no acepta que ahora, por la crisis, no haya dinero para terminar el hospital en el plazo previsto. “¿Y cuándo no había crisis, por qué no lo hicieron? Es para taparle la boca con cemento armado a quien ponga esa excusa ”, exclama, enfurecida.

El fin de semana cambiará El Mojón por Las Galletas, ante cuyo consultorio médico emprenderá otra protesta para reclamar el prometido centro de salud del barrio, “pues es una vergüenza que 27.000 personas tengan solo un médico y un baño”. “Pido a Dios que mi cuerpo no se rinda, pues mi mente nunca lo hará”, concluyó, con la energía de un trueno.