TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife
Pasó meses escondido en Tenerife y, cuando fue arrestado, preparaba su retorno a la Isla con el encargo de reiniciar las operaciones de blanqueo de los capitales que su clan de la Camorra obtiene gracias al tráfico de armas, de drogas, secuestros, chantajes, asesinatos y demás. El arresto de Luigi Felaco, acaecido el pasado día 16 y desvelado por las autoridades italianas el pasado fin de semana, deja al descubierto dos verdades incómodas que han recogido numerosos medios de comunicación italianos: por un lado, un fugitivo de esta categoría cuenta con infraestructura suficiente en Tenerife como para permanecer meses escondido en la misma; por otra, el clan Nuvoletta/Polverino sigue pensando en el Sur para legalizar su dinero.
Esta historia arranca en los años 90 cuando, tal y como denunciaron durante lustros los medios tinerfeños y en especial DIARIO DE AVISOS, el poderoso clan Nuvoletta se asentó en el Sur de Tenerife para dar salida a sus ilícitas ganancias. Sin embargo, y a pesar de que el escritor -perseguido por la Camorra- Roberto Saviano señaló a primeros de siglo el adejero Marina Palace como buque insignia de la presencia de este dinero sangriento en Tenerife, no fue hasta octubre del año pasado cuando se produjo una redada contra esta banda criminal. ¿La clave del cambio? Un convenio de las autoridades españolas con la Fiscalía napolitana firmado el verano pasado.
En aquella redada se detuvo a 13 supuestos integrantes del clan en la Isla, pero dos elementos clave escaparon de la misma. Uno fue el capo del clan en Tenerife, Giuseppe Felaco -alias Peppe Nazzaro-, un enfermo terminal de cáncer que murió a primeros de año en su lujosa mansión del Lago Como, donde tenía como vecino al mismísimo galán cinematográfico George Clooney. Se especula con que un chivatazo pudo alertar a Felaco de lo inminente de la redada, ya que se entrevistó en Madrid con el juez de enlace antimafia italiano al poco de la firma del convenio con la Fiscalía napolitana, en una cita a la que también asistió Domenico Di Giorgio, un abogado capturado en la redada que llegó a figurar en la plancha electoral del PP de Adeje.
El otro fugitivo era su hijo Luigi Felaco, de 39 años de edad, sobre quien pendía desde entonces una orden internacional de busca y captura dictada por la Audiencia Nacional.
Según detallan los medios de comunicación italianos, que citan invariablemente como fuente a la policía militar italiana (carabinieri), un buque de la Armada italiana interceptó cerca de la costa de Misano al velero de 18 metros de eslora y dos mástiles en el que Luigi Felaco retornaba a Tenerife. Aunque logró llegar a tierra, fue arrestado en el puerto deportivo de San Sossío, en la referida localidad balnearia de la costa cercana a Capua.
Precisamente, el viaje de Luigi Felaco a Italia se produjo -siempre según la policía italiana- en fechas de Semana Santa no determinadas (por Pascua, dicen los medios transalpinos) y al parecer se debía a la necesidad de hacer unos arreglos al velero… y, a buen seguro, recibir las ya citadas instrucciones del clan tras el golpe policial sufrido en la isla de Tenerife hace apenas medio año.
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Hijo de capo y nieto de Ángelo Nuvoletta
Luigi Felaco, el camorrista arrestado por las autoridades italianas cuando planeaba su retorno a Tenerife para reiniciar las operaciones de blanqueo de capitales del clan Nuvoletta/Polverino, está llamado a ocupar un puesto destacado en dicha organización criminal, dada su condición como hijo y nieto de capo.
El padre de Luigi es Giuseppe Felaco -alias Peppe Nazzaro-, responsable en Tenerife de las inversiones de un clan cuya relevancia da cuenta el operativo del pasado febrero desplegado por los carabinieri para incautarse de una parte de su patrimonio inmobiliario, concretamente una serie de edificios para uso residencial y comercial, junto con propiedades de tierra, todo ello valorado en cinco millones.
Nazzaro, enfermo de cáncer, huyó de Tenerife justo antes de la redada y falleció a primeros de año en su lujosa mansión del Lago Como.
Luigi también hereda la genética de Ángelo Nuvoletta (imagen), uno de los tres hermanos que crearon su propio clan en los 60, cuando iniciaron su carrera criminal con el contrabando de tabaco. Ángelo acabó siendo el gran jefe de los Nuvoletta tras la muerte de Lorenzo y Ciro, conformando una potente organización delictiva que mantenía magníficas relaciones con la Cosa Nostra siciliana.
Pero Ángelo fue condenado a cadena perpetua en 2001, y los Nuvoletta comparten ahora territorio y negocios ilícitos con sus vecinos de Marano: los Polverino y los Simeoli.
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