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Algunos errores de Rajoy > Fernando Fernández

Cumplidos sus primeros cien días de gobierno, Mariano Rajoy y sus ministros los han vivido tan intensamente y han sucedido tantas cosas que parece que ha trascurrido mucho más tiempo. Algún escribidor izquierdista ha llegado a afirmar en estas páginas que el gobierno da síntomas propios de un fin de ciclo. ¡Paciencia, compañero! Han sido 100 días de vértigo, durante los que el Gobierno ha tomado más medidas contra la crisis y de mayor calado, que el presidido por Zapatero en años. Pero cierto es que ha cometido algunos errores y presenta algunos flancos débiles, que estoy seguro que el propio Rajoy ha identificado. Algunos tienen fácil arreglo; otros, en mi opinión, son más complejos. Nadie que conozca mínimamente algunas interioridades del PP ignora que entre Soraya Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal ha existido una cierta pugna por cobrar el mayor protagonismo. Supongo que la relación entre ambas es correcta, pero esa pugna ha existido. Para Rajoy, Soraya es como una criatura crecida a su sombra y por ello la ha llevado al gobierno y le ha dado el máximo rango y responsabilidad; mientras la Cospedal, después de su éxito electoral en Castilla-La Mancha, se ha hecho acreedora a continuar al frente de la Secretaría General del PP, una duplicidad que tal vez podría acarrear algún problema. En ese intento de equilibrio tan de Rajoy, el nombramiento del portavoz parlamentario ha sido inspirado por la vice presidenta del gobierno, en tanto Cospedal ha promovido a Floriano como portavoz del partido. En mi opinión, ni uno ni otro están a la altura que se espera de ellos. Las declaraciones de Floriano desautorizando a un ministro del gobierno, cuando Luis de Guindos adelantó un ajuste del gasto en educación y sanidad, es un ejemplo de lo que no puede ocurrir. Ambos portavoces, Alonso y Floriano, deberían mejorar.

La forma en que el gobierno anunció su intención de proceder a una reducción presupuestaria de 10.000 millones de euros en educación y en sanidad, a través de un escueto comunicado de prensa en el que no se daba explicación alguna, es un error de bulto. Mucho más cuando apenas unos días antes el ministro Montoro había llevado al Congreso unos presupuestos generales del estado para 2012 que adelantaban una disminución del gasto de la astronómica cuantía de unos 28.000 millones de euros. Se creó una confusión poco deseable en unas políticas muy sensibles para la ciudadanía.

Y para culminar su auténtica semana de pasión, por ahora solo la primera de las que están por venir, la imagen que trasmitió el presidente del Gobierno de España, abandonando el Senado por la puerta trasera del garaje para eludir el acoso de los periodistas no me parece la mas apropiada.

Los errores citados obedecen a causas concretas que puedo adivinar, pero no se pueden pasar por alto y haría bien Rajoy en adoptar medidas para que no se repitan. Esto no ha hecho más que empezar y quedan casi 4 años de legislatura por delante y muchas reformas por hacer. La mayoría de ellas difíciles de tomar para cualquier gobernante y muy duras para los ciudadanos. El presupuesto para el año 2013, que el gobierno empezará a elaborar ya mismo, no será más generoso que el de este año. Pero si dentro de 2 o 3 años, cuando se encare el final de la legislatura empezamos a ver, entonces si, algunos brotes verdes, Rajoy y su gobierno habrá tenido éxito. La incógnita es saber si los españoles podrán esperar hasta entonces. Eso si el “factor Bostwana” no lo complica todo.