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Cerrado por Cuaresma

Spa La Quinta Park. | DA

REBECA DÍAZ-BERNARDO | Santa Cruz

Me cuentan mis mayores que hasta hace bien poco era cierto eso de que en Cuaresma no se comía ni carne “ni carne”, es decir, que en esta época del año no se practicaba sexo, entre muchas cosas porque también hasta hace bien poco el sexo entre parejas católicas se practicaba única y exclusivamente con el fin de procrear, por lo que estar unos cuantos días en cuarentena no era mucho pedir para ellos. Imagino que peor lo llevaban las profesionales de la prostitución, que probablemente veían cómo sus ganancias mermaban ante una falta de clientela farisea que por un lado acudía a beneficiarse de sus servicios, pero por otro tenía presente los preceptos de la Biblia y se abstenía de baño, higiene, y sexo en ciertos días del año.

Yo me acuerdo de esas Semanas Santas de silencio y tranquilidad, y no soy tan mayor, recuerdo a mi abuela decir que son momentos de recogimiento y penitencia, de rezar por el martirio de Nuestro Señor Jesucristo, de reflexionar acerca de sus enseñanzas y su muerte por nuestra salvación, pero también recuerdo las torturas de comer pescado por narices e ir a misa por más narices aún, cuando casi todos mis amigos se iban a la playa porque ya empezaba el buen tiempo y también empezaba la fe de cada uno a decaer. Y con el paso de los años he ido viendo cómo ya apenas quedan símbolos religiosos de esta época, algunos “pasos” en algunas ciudades, algunas representaciones teatrales, y poco más porque la gente que ya ni va a misa los domingos normales, menos va a ir en unos días que casi siempre son estupendos e invitan a perderse por ese Sur, los padrinos ya no regalan a sus ahijados, casi nadie se acuerda de eso el domingo de Ramos, casi ningún chiquillo recibe un huevo de Pascua, total, si los tiene de Kinder cada semana en casa, y ya bastante pescado comemos por lo demás tras haber sido bombardeados por décadas con lo peligroso que es para nuestro organismo el consumir carne demasiado a menudo… Y el sexo…

Seamos sinceros, por fin hemos entendido que el sexo es una necesidad biológica, como comer o beber agua para sobrevivir, por fin hemos aprendido a tener sexo sin necesidad ninguna de que haya procreación, aunque aún haya quien tenga problemas con eso de vez en cuando, y por fin hemos aprendido que el sexo es más vigorizante y energetizante que veinte cápsulas de guaraná, más desestresante que un día en un spa y más antidepresivo que una pastillita de esas, vamos, que el sexo ya forma parte de la mayoría de las rutinas, tanto como lo de beber dos litros de agua al día… Y claro, ponte tú ahora a inhibirte durante cuarenta días y no tener sexo con tu pareja cuando ya de por sí la vida te trata bastante mal de manera que en la mayoría de los casos hay que estar aprendiendo nuevas técnicas o echando mano de nuevas tendencias para alegrar tu vida sexual, sin hablar por supuesto de ciertas edades en las que tener buen sexo es tan difícil como encontrar un empleo estable, te quiero decir que ya las cosas están normalmente bastante en contra de una sin agregarle más aventuras extraordinarias, como para encima estar añadiéndole más cortapisas y esfuerzos y sacrificios que parece que no llevan a ninguna parte, y digo parece porque lo cierto es que conozco varios casos de personas que encienden velas cada día a santos que deben echarse las manos a la cabeza cada vez que les ven venir con sus peticiones, y también veo cómo a esas mismas personas ni les cae el Gordo de la lotería ni les llama el Rey para darles un título nobiliario, vamos, que los milagros son en Lourdes y que parece que en los últimos treinta años ya ni allí.

Así que siendo prácticos, para qué nos vamos a plantear un ayuno sexual que ni nos lleva ya a la santidad de andar por casa, ni nos blanquea el alma, ni nos regala puntos para canjear el móvil, ni nos paga la hipoteca, ni nos llena la cesta del supermercado, ni…, ni…, ni…, y que en cambio nos puede hasta traer problemas con nuestra pareja, porque cuarenta días no son cuarenta horas, eh?…
Dice mi madre que no se debe poner una vela al diablo y otra a Dios porque acabas mal con los dos, pero sé de mucha gente que por si acaso ahora mismo va a encender una para lo del Gordo de este finde antes de irse a pasar el día en la playa y… lo que surja, que ya en ninguna parte pone el rótulo de “cerrado por Cuaresma”.