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Cómo se añoran los años dorados del balonmano > Javier Rodríguez

La temporada balonmanística entra de lleno en su recta final y el futuro no es nada halagüeño en cuanto a los equipos nacionales tinerfeños, o los que nos queda, ya que al descenso ya consumado del Salud Tenerife de la División de Honor Plata femenina se puede sumar el del Tenerife Puerto Cruz, pendiente de una última jornada en la que para colmo de males no depende de sí mismo (tiene que ganar en la pista del Villa de Ingenio y que el Florida pierda en su feudo con el Guanches San José de Lanzarote). Sólo el Tejina tiene segura su continuidad en la categoría de plata del balonmano femenino español. La salud de esta disciplina se ve que anda a la baja, gran parte de ello debido a los problemas económicos. Quién lo iba a decir cuando en ejercicios anteriores nuestros representativos se solían codear con los mejores o, cuando menos, hacía un buen papel. A nivel de base se ha cumplido con creces pese a las carestías económicas, como lo demuestra el título nacional en infantiles femeninos. Pero los problemas siguen y crecen a nivel de estamentos, ya que con los consabidos recortes se cambian muchos programas de actuación y una buena prueba de ello la tenemos en los próximos Campeonatos de Canarias de cadetes a celebrar en Lanzarote, donde sólo acudirán los campeones (Lanzarote, Gran Canaria, Fuerteventura y Tenerife), cuando en otros ediciones lo podían hacer algunos de los segundos clasificados. Ahora sólo falta sabe si a los nacionales pueden asistir los campeones canarios o en qué condiciones lo van a hacer. En definitiva, que el via crucis de algunas disciplinas se mantiene o se mantendrá. Habrá que ver hasta donde pueden llegar sin visión de futuro ya que la situación económica sigue afectando a todos, aunque a unos más que a otros, por desgracia, ya que a todos los deportes no se les trata por igual. Faltan patrocinadores, las instituciones están bajo mínimos etc. Una misión a veces imposible para sus dirigentes. La verdad es que uno añora y mucho aquellos tiempos dorados del Tres de Mayo, cuando llegó a la máxima categoría tras superar en el Palacio de los Deportes de Santa Cruz a otro histórico como el Canteras en un partido para muchos inolvidable. Luego llegaron las temporadas en la División de Honor, con jugadores foráneos como Ströem, los islandeses Siggi Gunnarsson, Einar Thorvarhdarson, el finlandés Jan Ronnberg o dos suecos a los que muchos no han olvidado como Claess Helgrenn y Jilsen, cuando el balonmano mandaba en Tenerife en unos años en los que se vio en el recinto capitalino, siempre lleno, a clubes como el FC Barcelona, el Atlético de Madrid, el Bidasoa o el Tecnisán