El Hospital de Dolores, hoy, en La Laguna, es el centro e inicio de los días previos a la Semana Santa. En ella el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, bendecirá a las diez los palmos y olivos para seguidamente salir en procesión solemne de Ramos hasta la Parroquia Matriz de Nuestra Señora de la Concepción, sede de la Santa Iglesia Catedral. Otro año más se vive con fervor la Semana Santa lagunera. Aunque muchos se empeñan en reiterar que no se entiende cómo en pleno siglo XXI se siga reviviendo la pasión, muerte y resurrección de Cristo, somos libres de opinar y también de creer. Sin embargo, me planteo si el interrogante no habría que expresarlo al contrario. ¿Cómo es posible que después de más de 2.000 años muchos se sigan preguntando si el cristianismo es una realidad o una entelequia? Como comentaba el pasado viernes una señora: “Es difícil entenderlo, pero le aseguro que Jesús está entre nosotros, porque, si no, que hace toda esta gente aquí esperando a que salga la virgen en procesión”. Sí, La Laguna respira Semana Santa, hasta con la crisis.