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El acusado del supuesto maltrato a ‘Vela’ dice que nunca agredió a la perra y que “más bien” le dio comida

Imagen de la perra "Vela" a las puertas del Palacio de Justicia de Tenerife en el que hoy empezó el primer juicio en Canarias por el caso del maltrato que sufrió hace 6 años. | EFE

EFE | Santa Cruz

El acusado por el supuesto maltrato a la perra “Vela”, protagonista del primer juicio celebrado en Canarias por un caso de presunto maltrato animal, ha asegurado hoy que nunca agredió al can y que “más bien” le dio comida.

El hombre, G.R, ha insistido en su declaración en el Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife en que no ha maltratado a ningún animal, tampoco a “Vela”, que según ha detallado, era “muy mansita”.

Ha manifestado que la perra, de raza pastor alemán, no era suya y que estaba abandonada en su finca de plataneras, donde convivía con sus dos perros y ha destacado que durante el tiempo que pasó con él la perra se portó bien.

El acusado también ha señalado que la perra pasó varios meses en su finca, hasta que un día desapareció y la próxima vez que la volvió a ver fue por un aviso de la Policía Local de Arafo, que le comunicó que habían encontrado al animal herido.

“Nunca he maltratado a animales y desde pequeño he tenido en mi finca a animales abandonados”, ha afirmado G.R, para el que la acusación particular pide un año de cárcel, 5.000 euros para hacer frente a la factura del veterinario y la inhabilitación para poder tener animales durante dos años.

La presidenta de la protectora Addanca, Teresa González, ahora responsable de la perra, ha comentado en su declaración que la Policía Local encontró a la perra con hipotermia, sin mantenerse en pie y con solo 14 kilos de peso.

En ese momento, los veterinarios descartaron que se tratase de un accidente y, debido a las heridas que tenía en una oreja, el animal tuvo que ser operado en cinco ocasiones y pasó tres meses ingresado.

Sin embargo, actualmente, seis años después de que sufriese este supuesto maltrato, la perra no tiene secuelas de ningún tipo, -“es un animal muy noble”-, y sólo presenta cicatrices repartidas por todo su cuerpo, ha asegurado la presidenta de Addanca.

Otro de los testigos, el que fue el propietario del animal antes de que, según él, lo dejase en manos del acusado, ha contradicho a éste al asegurar que le regaló la perra.

“La perra era muy noble y si llegaban extraños no ladraba”, ha agregado, motivo por el que le regaló la perra a G.R, ya que necesitaba al animal como perro guardián para su finca.

No obstante, ha seguido, el acusado aceptó de buena manera quedarse con la perra, a la que ha dicho que no reclamó cuando se enteró que supuestamente había sido maltratada.

El veterinario ha detallado que la lesión más grande estaba en el lomo, una cortada de unos 50 centímetros de longitud y donde también había piel muerta.

Según ha manifestado, todas las partes del cuerpo de Vela estaban infectadas, incluso había zonas en las que, debido a la infección y al abandono, había larvas de mosca.

El animal, que también presentaba desnutrición -pesaba la mitad de lo que debía-, tardó un año en recuperarse totalmente, después de pasar por cinco intervenciones.

Limpieza de las heridas, intervención en una oreja, drenajes en las zonas no cicatrizadas y amputación de algunos dedos fueron las operaciones a las que se tuvo que enfrentar Vela.

La Policía Local, también representada por un agente en el juicio, ha descrito cómo encontró a Vela: en un contenedor, con cicatrices y “casi muerta”.

Otro agente ha agregado que el animal tenía llagas, úlceras y la piel desgarrada.

Un conocido del acusado ha insistido que G.R “no es capaz de matar animales”, ya que ni siquiera sacrificaba a los cochinos o a las gallinas que tenía en la finca.

También ha revelado que el acusado le daba de comer a todos los perros abandonados que recogía de la calle.