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El alcalde de Santiago dimite tras ser imputado por un delito de fraude fiscal

EUROPA PRESS | Santiago

Gerardo Conde Roa (Padrón, 1959) ha hecho oficial que este mismo lunes, coincidiendo con la publicación del auto que confirma su imputación formal por un supuesto delito de fraude fiscal, presentará su dimisión como alcalde de Santiago de Compostela, un cargo que asumió el 1 de julio del año pasado. “Esta ciudad vale lo que no está escrito y no merece un alcalde que está en la situación que yo estoy”, ha proclamado, antes de reivindicar que se va “con las manos limpias”.

En una concurrida rueda de prensa convocada después de que este domingo se reuniese de urgencia con el presidente de la Xunta y del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, y con sus concejales para abordar su futuro político, Conde Roa ha atribuido su decisión de renunciar a su cargo a que es “lo mejor” para la ciudad, el Consistorio, su familia y también para el PP, formación en la que milita.

“El PP es mi casa y el partido al que deseo servir con absoluta lealtad y hay que decirlo, también al que he servido con cierto éxito en los últimos tiempos”, ha defendido quien, en las municipales de mayo de 2011, conquistó para los ‘populares’ la Alcaldía de una ciudad que tradicionalmente había tenido gobiernos de izquierdas, aunque apenas ha llegado a completar los 10 meses como regidor.

Arropado por sus concejales, algunos visiblemente emocionados, y por su mujer, Benita Carlowitz, Conde Roa inició su intervención dando las gracias y transmitiendo “su cariño” a todos los que le han apoyado y ha insistido en que decide abandonar su cargo “por el bien de la ciudad a la que ama”.

Dicho esto, ha apuntado que sus vecinos “tienen derecho a saber” que el que hasta hoy era su alcalde está “imputado” por supuesto delito de fraude fiscal –él mismo reconoció una deuda con Hacienda de 291.000 euros–, pero ha defendido que “no” por un delito derivado del ejercicio de su cargo como regidor. “Gracias a Dios mi vida pública está limpia”, ha sentenciado.


“Me voy sin beneficio personal”

En una rueda que se prolongó durante casi 45 minutos, Conde Roa ha señalado que no sólo deja su cargo “con las manos limpias”, sino que también se va “sin ningún tipo de beneficio personal”, al tiempo que ha alegado que toda persona que ejerce un cargo público está sometida “a un escrutinio especial” que, a su entender, “se ha puesto de manifiesto” con la atención mediática que ha recibido estos días.

Al respecto, ha agradecido a los medios su trabajo y ha defendido que él no “dio la espalda” en ningún momento. “Creo que he dado las suficientes explicaciones a lo largo de mi vida política”, ha aseverado, para añadir que hay personas “en otros partidos” que comparten su condición de imputado y que no han comparecido “hora y media ante los periodistas”, en referencia a su comparecencia de la pasada semana.

“Santiago queda en manos de un buen equipo”, ha manifestado, a renglón seguido, antes de explicar que el propuesto para su relevo al frente del Consistorio será el hasta ahora concejal de Educación y Cultura y primer teniente de alcalde de Santiago de Compostela, Ángel Currás, por una decisión “libre” del conjunto de ediles, de la que ha desvinculado a Núñez Feijóo, pero también a él mismo.

A todos los miembros del equipo de gobierno, “desde el primer hasta el último concejal”, ha hecho llegar su agradecimiento público “por su respaldo y cariño”. En ningún momento, ha defendido, existió “el más mínimo roce” con ninguno de los concejales populares, en manos de los que ha dejado sacar adelante “los proyectos pendientes” y lograr que la capital gallega “cambie profundamente”.

“Errores personales”

“Tranquilo” y dispuesto a asumir sus “responsabilidades” en el procedimiento judicial abierto, ha augurado que los ciudadanos “sabrán diferenciar errores personales de los que son errores del gobierno”. Así, ha insistido en que los hechos que se le imputan –no pagar el IVA que cobró de 61 viviendas construidas por su promotora Geslander en 2010– se produjeron antes de su entrada en el Pazo de Raxoi.

En este escenario, ha insistido en que su trayectoria como alcalde “es limpia” y ha agradecido también a los funcionarios del Consistorio el apoyo que le han brindado desde que asumió la Alcaldía. Dicho esto, se ha reafirmado en que adopta la decisión que cree mejor y ha remarcado que “la vida política es así, no tiene vuelta de hoja”.

Como es habitual en sus comparecencias públicas, ha recurrido a la metáfora y ha recordado su conversación con un amigo al que le dijo que se sentía “como un escalador que sube diez o doce ocho miles”. “Yo he subido varios y vuelvo a estar otra vez a pie de montaña”, ha constatado, antes de apelar al “espíritu deportivo” en política.

“Unas veces se está arriba y otros abajo, pero nunca podemos perder la conciencia de que somos transeúntes”, ha remarcado, antes de añadir que ahora se desvinculará “absolutamente” de la vida municipal para centrarse en la defensa de su “inocencia” y retomar su profesión como abogado. Previamente, convocará un pleno extraordinario para elegir a su sucesor, en el que participará y, posteriormente, renunciará también a su acta de edil.


“Sin presiones”

Tras proclamar que lo que toca ahora es “luchar por acreditar su inocencia”, Conde Roa ha advertido de que no se va “con ningún daño personal”. “Quienes crean que a lo largo de estos días he estado sometido a una presión insoportable se equivocan. Me voy sin ningún daño personal y sin ningún rencor, lo digo sinceramente”, ha remarcado, antes de insistir en que está “orgulloso” de haber sido alcalde de la capital gallega.

En su intervención, ha asegurado que “no es más que un militante más del PP” que está “encantado” de pertenecer a un partido que le ha respaldado. “No he recibido ni la más mínima presión para que dimitiese. Feijóo no me pidió la dimisión, lo repito, lo subrayo y es la verdad con mayúsculas. Ni me presionó ni me pidió la dimisión. Los tiempos los manejo yo y creo que dimito en el momento oportuno”, ha esgrimido.

Preguntado por si el presidente gallego avalaba su permanencia en la Alcaldía de Santiago, Conde Roa ha defendido que él no es “exégeta” ni un “analista” de lo que está “en mente de terceras personas” y ha insistido en que fue él quien le comunicó a su jefe de filas su deseo de dimitir, con los “mismos argumentos” que ha expuesto públicamente. “El PP marca un nivel con este paso”, ha advertido.

Ha señalado que tuvo “una larga conversación con él” en la que le transmitió su decisión, que Núñez Feijóo “entendió perfectamente”. “Lo entendió y me dijo que le parecía correcta”, ha alegado, para añadir que fue él quien pidió a su jefe de filas que estuviese presente en la reunión en la que trasladó a sus concejales la intención de dimitir y que tuvo lugar en la sede autonómica del partido “por intendencia”.


Recurrirá el auto

Tras subrayar que “mantiene su inocencia” y cargar contra la “patética” actuación de PSdeG y BNG en su caso, ha incidido en que el auto que ratifica su imputación, que prevé recurrir, “no prejuzga su presunción de inocencia” y ha llamado a no realizar “lecturas parciales” del mismo para no caer en “interpretaciones parciales”.

Aunque “no es una persona infalible” y ha admitido “errores”, Conde Roa se ha despedido enfatizando su “orgullo” por haber sido alcalde de Santiago y, para destacar la importancia de ostentar el bastón de mando de la capital gallega, ha recordado “que una vez Manuel Fraga dijo que, tras ser Papa, lo más importante era ser alcalde de Santiago”.

“Para mí haberlo sido colma todas mis aspiraciones políticas. ¿Qué acaba de forma abrupta? Pues que le vamos a hacer, creo que tampoco estamos aquí para mirar hacia atrás y lamernos las heridas. Estoy para ayudar en lo que pueda”, ha zanjado.