NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife
Las estadísticas son solo números que intentan reflejar una realidad que es mucho más compleja que lo que una cifra puede ofrecer. Que el Ayuntamiento de Santa Cruz reconozca que, según sus datos, hay 35 personas viviendo en las calles de la capital de manera habitual, puede parecer mucho o poco, según la óptica que se utilice, pero al menos desde la concejalía de Asuntos Sociales de Santa Cruz comienzan por fin a darse los pasos para garantizar que estas personas tengan una vida digna.
Ayer se avanzó un poco más con la celebración de una sesión de trabajo sobre atendimiento a personas sin hogar en la que se reunieron representantes de los cuerpos y fuerzas de seguridad, sociales y sanitarias que actualmente intervienen tanto en la atención a las personas sin hogar que se encuentran en la calle y requieren protección, como en los traslados no voluntarios hasta centros de acogida o instalaciones médicas.
La sesión de trabajo sirvió para poner de manifiesto lo complicado que resulta organizar y gestionar el devenir de estas personas. Miguel Ángel Thous médico forense y actual coordinador de las acciones en la calle que lleva a cabo la Unidad Municipal de Atención Social (UMA), fue el ponente de esta jornada en la que detalló las formas legales y médicas de que disponen los distintos sectores implicados para que una persona sin hogar reciba la ayuda necesaria aunque sea en contra de su voluntad.
La ponencia se centró en un perfil muy específico de personas sin hogar, aquellas que presentan algún tipo de enfermedad mental que las incapacita para la toma de decisiones en favor de su salud. Según explicó Thous, el 75% de las personas sin hogar está afectada por este tipo de patología, un dato que fue puesto en cuestión por los especialistas que asistieron al encuentro, entre ellos el jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital de La Candelaria, Juan de la Fuente, quien explicó lo difícil que resulta que la 35 personas que viven en las calles de Santa Cruz tengan todas una enfermedad mental.
Drogodependencias
El psiquiatra Francisco Rodríguez Pulido apuntó por su parte que en Tenerife, un alto porcentaje de las personas que están en la calle tiene problemas de conducta relacionados con la intoxicación por drogas y cuya solución no pasa exclusivamente por la atención psiquiátrica y sí por el desarrollo de una red de ayuda a drogodependientes. Estos mismos especialistas hicieron notar que no sólo hay que tener en cuenta a los que ya están en la calle sino también a esas otras muchas personas que tienen el techo de cristal y que pueden verse avocadas a terminar en la calle por falta de atendimiento y recursos. Durante su charla, el doctor Thous explicó que el traslado de personas sin hogar “debe contar siempre con la presencia de un médico que certifique que por la propia seguridad de ese individuo o por la seguridad de los demás, debe ser ingresado en un centro hospitalario”.
El concejal de Ciudadanos de Santa Cruz, Guillermo Guigou, también asistió al encuentro aunque en su calidad de médico. Guigou felicitó al concejal por esta iniciativa a la que mostró su apoyo sin fisuras. El concejal aportó que se adolece de cifras reales de las personas sin hogar y que se hace necesario distinguir entre dos ámbitos, uno técnico y otro el referido a las medidas protocolarias.
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200 demandas
Miguel Ángel Thous especificó que en estos momentos la Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife tiene sobre la mesa 200 demandas de incapacidad basadas en distintas cuestiones de salud que van desde afecciones neurológicas, psiquiátricas, físicas, gente que está en la calle o que viven solas y para las que se busca un tutor que se haga cargo de estas personas. Thous no supo especificar la procedencia de estas demandas en cuanto si eran de carácter provincial o local. El especialista forense respondía asi a la crítica de los especialistas sobre el perfil tan concreto que describió en su ponencia, el de personas con trastornos mentales graves que necesitan de un protocolo específico de acción ante su negativa a ser ayudados.
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