CELTA B - CD TENERIFE >

Chapapote blanquiazul

A pesar de la derrota, la jornada no fue mal para el Tenerife. Oviedo, Lugo y Albacete también pincharon

ÓSCAR HERRERA (ENVIADO ESPECIAL) | Vigo

La manera en la que ayer perdió el Tenerife en Vigo solo se explica desde la incapacidad o la permisibilidad. Lo primero es evidente desde hace meses, cuando una plantilla sobrevalorada ya hacía aguas en Copa del Rey ante un rival de Tercera División, y en otras citas en las que ya se apreciaba la fragilidad de un aspirante. Lo segundo, sería mas grave y no veo yo a los jugadores siendo tan torpes como para evidenciarlo sin disimulo.

En un partido que a los siete minutos ya tenía de cara el Tenerife, con la expulsión del celtiña Eric a los cinco, por un codazo en la cara a Raúl Llorente, y el gol de Perona, con ayuda de un defensa que desvía la trayectoria, en el minuto siete.

El equipo de Tébar salió al campo municipal de Barreiro con una puesta en escena adecuada para la situación. Con Ayoze y David Medina de pareja de centrales, Marcos Rodríguez como mediocentro, Kike Lopez y Ferran Tacón en las bandas y una doble mediapunta formada por Victor Bravo y Luismi Loro, quedando Jorge Perona de referencia en ataque.

Era lo que el partido pedía y lo que el entrenador debía hacer desde su posición de estratega para modificar el rumbo de las últimas semanas. Pero ni así. Un Celta B que perdió los complejos muy pronto y un Tenerife que perdió la intensidad muy rápido. Se limitaba a mover el balón de un lado a otro, sin profundidad y sin mucho sentido. Se dejó ir poco a poco el conjunto tinerfeño, que pensaba que el segundo gol llegaría sin buscarlo y que enfrente no había mucho rival, y encima en inferioridad. Otro error más, el menospreciar a un Celta B en el que solo un muchachito con nombre de letra parecía que podía dar algún susto. Y vaya si lo dio. Jota marcó los tres goles de su equipo y pudo haber hecho otros dos.

En el minuto uno ya dio un aviso el equipo gallego con un disparo de Pablo Pillado que desvió a córner Aragoneses con apuros. Pero fue después cuando el Tenerife desertó del partido. En ese momento ya Tébar había tenido que mover el banquillo por lesión de Kike López, entrando en su lugar un Rubén Rosquete falto de ritmo.

Y en una falta al borde del área, Aragoneses no acierta a blocar el balón y su rechace en corto lo remata a gol Jota en la misma línea de portería. 1-1, minuto 33. Primer error del portero, aunque la barrera de jugadores al borde del área también colaboró al permitir pasar el balón por debajo de la piernas de los que la conformaban.

Sin reponerse del empate, en el minuto 37 llegaba el 2-1 cuando de nuevo Jota se cuela entre los pasivos centrales del Tenerife y supera a Sergio en una salida a la desesperada. Mas regalos y un partido controlado que se dejó birlar el Tenerife en un abrir y cerrar de piernas.

Llegados al descanso tampoco se esperaba una gran reacción para la segunda parte, con un equipo sin el carácter guerrillero para situaciones adversas y con un entrenador que no tiene conexión con la plantilla. Un técnico que con sus salidas de tono contra los jugadores semanas atrás, y sus posteriores rectificaciones y disculpas, había perdido ya el mando de un vestuario egoísta y caprichoso.

Los tímidos intentos del Tenerife en la reanudación, disparo de Loro en el minuto 52 que desvió el portero Queco Piña, eran insuficientes frente a un rival que sabía dónde hurgar en la herida de su oponente. Un córner a favor del Tenerife se convirtió así en un letal contragolpe conducido y culminado por un magistral Jota, que se bastó el solito para atravesar medio campo, pararse en la frontal del área y soltar un aparentemente débil golpeo de balón que acabó dentro de la portería de un errático Aragoneses, que tuvo uno de sus peores días como portero del Tenerife. 3-1 y la sensación de que con todos los minutos que restaban el Tenerife sería incapaz de recuperarse.

Y lo pudo hacer porque a pesar de su escasa presencia en el área gallega, Luismi Loro tuvo en sus botas el 3-2 pero su disparo se estrelló en el palo en el minuto 75. En esos minutos ya Tébar había agotado los dos cambios que le quedaban dando entrada a Kiko Ratón y Abel por Ferrán Tacón y Ayoze, respectivamente.

Un Kiko Ratón que solo estuvo 23 minutos en el campo ya que fue expulsado por doble tarjeta amarilla. Minuto 77 y el Tenerife también se quedaba con diez jugadores, aunque en esos momentos ya la derrota era un hecho inevitable.

El CD Tenerife naufragaba de nuevo ante uno de los colistas del grupo, el Celta B era penúltimo, y ponía en bandeja de plata la cabeza de Andrés García Tébar como el siguiente entrenador que ve como en un club claramente a la deriva en su gestión deportiva, sigue vertiendo chapapote semana tras semana. Y el derrame no se frena. No lo hace porque cuando se toman decisiones equivocadas una tras otra, lo normal es que salga mal una y otra vez, y así hasta que no se ponga coto a esta cascada de mala política deportiva continuada y hasta que la coherencia no vuelva a subir las escaleras de la zona noble del Callejón del Combate. Cuando eso suceda podrá ya ser tarde, y el vertido de errores sea ya de tal magnitud, que tardemos años en quitarnos de encima todo el chapapote que nos estamos tragando.

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CELTA DE VIGO B (3-1) CD TENERIFE

Encuentro de la trigésimo tercera jornada del Grupo I de la Segunda División B

Celta de Vigo B: Queco Piña; Víctor Díaz, Jony, Víctor Vázquez, Raúl; Levy (Capó, min. 80), Jordan (Manteca, min. 85), Pablo Pillado, Eric; Jota y Borja Valle (Maceira, min. 76).

CD Tenerife: Aragoneses; Cristóbal, Medina, Ayoze (Abel, min. 62), Llorente; Víctor Bravo, Marcos, Luismi Loro; Kike López (Rubén Rosquete, min. 20), Ferrán Tacón (Kiko, min. 54) y Perona.

Goles: 0-1: min. 8. Perona. 1-1: min. 33, Jota. 2-1: min. 37, Jota. 3-1: min. 56, Jota.

Árbitro: Germán Cid Camacho, del colegio castellano-leonés. Expulsó al local Eric en el minuto 5 con roja directa; y al visitante Kiko Ratón, en el minuto 79, por doble amarilla. Amonestó al local Jota; así como a los visitantes Cristóbal, Marcos Rodríguez y Víctor Bravo.

Incidencias: Municipal de Barreiro. Terreno de juego en perfectas condiciones. Buena entrada, unos 800 espectadores. Mañana soleada. El CD Tenerife vistió su segunda equipación. Los jugadores del conjunto blanquiazul lucieron brazaletes negros por el fallecimiento del obispo emérito de la Diócesis Nivariense, Felipe Fernández.

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