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‘El embajador del amor’ campa a sus anchas en la zona del Malpaís

En este local del Malpaís del Cernícalo, lleno de pintadas, ha estado viviendo a quien conocen como el 'Polaco'. / DA

NORBERTO CHIJEB | Güímar

Un individuo extranjero, al que llaman el Polaco, trae en jaque a la zona del Malpaís de Güímar y, más concretamente, el paraje denominado El Cernícalo, por donde campa a sus anchas a pesar de que sobre él pesan varias denuncias y diligencias abiertas por la Justicia.

Aunque sus proclamas recuerdan al pacifista movimiento hippy de los sesenta, este personaje, que se autodenomina embajador del amor, tiene sobre sí varias denuncias ante la Policía Local y la Guardia Civil por allanamiento de la propiedad privada y por exhibicionismo, aparte de tener abiertas varias diligencias por otros delitos cometidos, tanto en solitario como por otros individuos que han convivido con él en un local abandonado en el Malpaís del Cernícalo.

Viejo inmueble

El inmueble que habita sirve como soporte de una antena de telefonía móvil para el valle de Güímar, y desde hace unos meses amaneció plagado de pintadas sobre lemas de aquella revolución hippy y que él denomina Embajada del Amor Puro.

Según la versión de los vecinos de esa zona periférica de Güímar, el Polaco se dedica a andar por las inmediaciones totalmente desnudo y metiéndose en fincas privadas, sin previo aviso.

“Esta persona realiza diariamente actos fuera de la normalidad, como pintadas por la zona haciendo culto a la felicidad, al amor, e incluso, realizando cantos y rezos al sol, dando a entender que no goza de unas capacidades psicológicas normales”, afirma Rosendo, uno de los vecinos afectados.

Residentes temerosos

Según este vecino del camino de La Planta, “en diferentes ocasiones, cuando se ha metido en propiedades privadas, ha portado en su mano objetivos punzantes, no sabemos con qué intensiones, causando el pánico entre los vecinos”, afirma.

La última fechoría de este okupa, fue justamente la semana pasada cuando se metió en el interior de una vivienda de la zona y fue sorprendido por el propietario en el comedor de la misma. Inmediatamente, fue detenido por la Guardia Civil de Güímar, que venía persiguiéndolo, dado que había cometido anteriormente otros actos vandálicos.

Todos estos hechos fueron denunciados y puestos en conocimiento de la Guardia Civil de Güímar, el Juzgado de Guardia de Güímar e, incluso, se ha informado a Asuntos Sociales del Ayuntamiento, pero al menos hasta hace unos días el okupa extranjero seguía durmiendo en la Embajada del Amor e implantando el miedo en el Malpaís del Cernícalo.

Sin embargo, la Policía Local no lo ha logrado localizarle en las diferentes batidas por la zona, según confirmó ayer a este periódico el concejal de Seguridad, Carlos Romero.

Los vecinos, mientras tanto, han querido exponer los hechos en este periódico, sorprendidos de que aún no se haya detenido al exhibicionista: no entienden que “después de haber generado este tipo de problemas, todavía las autoridades competentes no hayan tomado las medidas oportunas y estén esperando a que este okupa pueda dañar en cualquier momento la integridad física de alguna persona, como ha pasado en casos similares en la Isla y después tengamos que lamentarnos de hechos que se podrían haber evitado”, afirman los residentes en el lugar Rosendo y Dolores.

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La Policía lo busca pero no le encuentra

“Los vecinos de Güímar tienen que estar en alerta y avisar a la Policía Local si ven a esa persona por la zona”, afirmó ayer el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Güímar, Carlos Romero, tras reconocer que la presencia de este okupa en la zona denominada Malpaís del Cernícola tiene “atemorizado a varias vecinos”, recordando además que sobre el Polaco, “no solo hay varias denuncias presentadas ante la Guardia Civil y el Juzgado”, sino que además, “hay varias diligencias abiertas por diferentes delitos”, confirmó el concejal, para quien “su presencia, por lo que me dicen, comenzó siendo anecdótica, caminando por el pueblo desnudo y exhibiendo sus partes, pero ya se ha convertido en un serio peligro para la convivencia de nuestros vecinos. Por ello les pediría que nos alerten cuando lo vean”, porque hasta ahora “la Policía le ha buscado y ha acudido en varias ocasiones al local que ocupaba, pero no ha logrado encontrarle”, por lo que solicitan la ayuda vecinal poniendo para ello este teléfono de contacto: 922 526 414.

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