El magistrado, no obstante, considera que se produjo una concurrencia de culpas: de la administración por el mal estado de conservación de la vía y del propio ciclista por no respetar la debida distancia de seguridad, motivo por el cual sólo condena al Gobierno foral a indemnizar con el 50%, es decir, con 7.964,70 euros. La sentencia es firme.

Los hechos ocurrieron el 19 de marzo de 2009, sobre las 10.40 horas, en la carretera NA-411, en el término de Ostiz. El ciclista recurrente “se encontró repentinamente con otro ciclista que había caído al suelo al introducir la rueda delantera de su bicicleta en una grieta del pavimento”. “No pudo esquivarlo, por lo que lo alcanzó, cayendo al suelo”, explica la sentencia.

La reparación de la bicicleta ascendió a 7.126 euros y también sufrió daños la equipación que vestía el ciclista, valorada en 1.419 euros. Además, el propio ciclista sufrió una luxación que le mantuvo 104 días en situación de incapacidad laboral.