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El Molino de Agua cobrará vida

El Molino de Agua es un símbolo del siglo XVI en proceso de restauración. La plaza también presenta nueva imagen. / Fotos: Nicolás Dorta


NICOLÁS DORTA | Vilaflor

El apacible centro histórico de Vilaflor está en proceso de cambio. La Semana Cultural de Santo Hermano Pedro, que se ha celebrado estos días con diversas actividades, como charlas, teatro y música, concluyó el domingo con la apertura de la remodelada plaza, en honor al santo canario, frente a la iglesia de San Pedro Apóstol. Pero se sigue trabajando en el entorno, sobre todo en el Molino de Agua, un símbolo del siglo XVI, construido para moler el cereal por la familia Soler, heredera de estas tierras tras la Conquista, y que tuvo un trágico final en el siglo XIX con el asesinato del último marqués, liberando al pueblo de injusticias, cuentan las crónicas.

El Ayuntamiento planteó hace años la remodelación de esta joya, propiedad municipal, única en el Sur, pero ha sido ahora cuando se ha puesto de acuerdo junto al Cabildo insular para devolver al Molino su imagen original, aunque funcionará de modo expositivo. Más de 40.000 euros se han invertido para poner madera nueva, pintura, piedra, la teja y restablecer el mecanismo que muele el cereal a través de un rodillo que hace funcionar las piedras, impulsadas por el agua, asegura el alcalde de Vilaflor, Manuel Fumero, quien espera que antes de final de año esté acabado. Esta restauración “la hemos hecho con nuestra gente”, indica el socialista.

El Molino de Agua se quedará finalmente como museo abierto a los turistas y al pueblo. Será parte de las visitas obligadas que efectúan los guías locales. Vilaflor, antiguo refugio de guanches y tierra de agua, está llena de senderos recorridos a diario por los visitantes más aventureros.

Por la Oficina de Información Turística pasan mensualmente más de 2.000 personas para preguntar cómo acceder, sin prisa, al bosque que rodea Las Cañadas a través de sus caminos. Vilaflor, situado en un valle bajo la protección de El Sombrerito, esta incluido en la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos.

No ha sido fácil iniciar los trabajos para el Molino de Agua, y el Ayuntamiento ha pedido soluciones a Parques Nacionales porque la zona estaba llena de escombros. La segunda fase de este proyecto pasa por adecuar todo el entorno del Molino. Hacer una especie de paseo con sitios para descansar y unir la zona con la Cruz de La Pasión. “Ya hemos adquirido el solar de enfrente, que ha pasado a ser propiedad municipal”, dice el alcalde.

Asimismo, la plaza del Ayuntamiento, una de las más altas de España, será más bonita a partir de ahora. Una pequeña cascada de agua desciende al lado derecho y llega a la estatua homenaje al santo canario.

Se ha puesto piedra chasnera en la cubierta y paredes y una nueva vegetación: rojos tajinastes, cedros canarios o lavanda, rodean el espacio, escalonado, con la iglesia al fondo. Los trabajos han tenido un plazo de ejecución de dos años y han costado 542.130 euros, financiados por el Cabildo. “Embellecer Vilaflor es nuestro objetivo, que el pueblo mantenga su identidad y a la vez se abra al público”, afirma el alcalde, Manuel Fumero.