Parece que a la Universidad de La Laguna se le han abierto todos los frentes de golpe. Los estacazos propinados por el Gobierno de Mariano Rajoy se suceden uno detrás de otro, desde la subida de tasas (y su hermano, el recorte de becas) a la supresión del programa de los Campus de Excelencia, y vienen acompañados por otro revés de más difícil comprensión, como es la intención de la Consejería regional de Educación de residenciar el distrito único universitario en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Lo que está haciendo el Gobierno de España, con Rajoy y el ministro Wert a la cabeza, duele pero no sorprende. La eliminación de los Campus de Excelencia no les ha costado ningún esfuerzo, y para más inri, se han permitido, con la soberbia de su mayoría absoluta, de tachar la iniciativa como “inútil” porque la distinción ha alcanzado a demasiados centros. Recoge esta apreciación el apolillado razonamiento de la derecha que ha alcanzado el poder: si todo el mundo tiene un bolso de marca, el objeto se devalúa.
Hace apenas seis meses, el Cabildo Insular de Tenerife aprobaba una moción institucional en defensa de las Universidades canarias y del Campus de Excelencia, conscientes de la inestimable oportunidad que este proyecto supone para la Isla y sus ciudadanos. Se obtuvo entonces el apoyo del PP; su portavoz en el Cabildo, y senador, Antonio Alarcó siempre acude raudo y entusiasta a posicionarse como un defensor a ultranza de la Universidad, así que es de esperar (o no) que ahora se esfuerce por hacer comprender al ministro de Educación la importancia de conservar el programa de los Campus de Excelencia.
Como en nombre de la contención del déficit cualquier tropelía parece admisible, el Gobierno central también ha puesto en marcha una brutal subida de tasas universitarias, con evidente desprecio hacia aquellas personas a las que este incremento les aparte de su formación universitaria. Porque eso es lo que ocurre cuando subes las tasas pero no subes las becas. Desincentivas la educación superior, y por tanto la investigación y la innovación. Y de paso haces que la Universidad sea lo que siempre debió ser: un sitio para la gente de buena familia.
Por si lo anterior no ponía a la Universidad de La Laguna en una situación lo suficientemente delicada, desde el Gobierno de Canarias han activado otro frente incendiario de una forma por completo gratuita e innecesaria. La propuesta de distrito único universitario encarga la prerrogativa de liderarlo en exclusiva a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en vez de asumirlo por parte de la propia Consejería, como sí ocurre en otras Comunidades Autónomas. Significa esto que los procesos de matriculación de ambas Universidades pasarán a estar gestionados solo por la ULPGC, con el perjuicio que eso supone a la autonomía de que goza la ULL.
Una institución que debería gozar de la protección y el amparo de los poderes públicos se está viendo sometida a inaguantables tensiones desde todos los ámbitos, y por eso desde el Cabildo Insular de Tenerife promovemos un acuerdo de todas las fuerzas políticas en defensa de la ULL, porque de su estabilidad y éxito depende que superemos estos tiempos difíciles en mejor disposición para afrontar el futuro.
*Consejero de Educación, Juventud e Igualdad en el Cabildo Insular de Tenerife